Adelante, sean bienvenidos

Bienvenidos a mi mundo, al refugio de mis ideas, al lugar donde puedo sin ningún temor expresar lo que siento y lo que me pasa "en tiempo real". Realmente es toda una experiencia y quiero compartirla con quien quiera leer.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Noches, locura y miradas

Y todavía miro por la misma ventana
como la luna se esconde tras las nubes,
y las dudas que flotan en este aire,
perturbado aire de un marzo fatal.

Tratando de oír la vieja canción en el viento,
percibir el compás y la cadencia de tus pasos oxidados
y mis pasos sigilosos para no ahuyentarte,
para quedarme con tu sombra.

Aún late el corazón, presuroso, colmado, pleno,
cuando tus ojos rozan el filo de los mios,
cuando esas manos se mueven como por casualidad
y me tocan levemente, y mi piel se revoluciona.

Tengo las dudas, los silencios, las palabras atoradas
que nunca dije, las que dije y preferiría haber callado,
los actos cometidos, el arrepentimiento lastimando el cielo
la locura de la muerte de un instante sepultado en el tiempo.

Vuela como un ave aturdida en la noche azul
el deseo y la locura, la espuma de esta orilla
borra las huellas y se las lleva mar adentro,
las guarda, las esconde, las aleja de mis ojos.

Hay una historia todavía que,
arde en el pecho,
alumbra un camino rodeado de espinos,
se niega a terminar así, sin más.

Estar ahí, irse, no volver, quedarse.

Si soplás estos nubarrones que oscurecen
la tarde, tal vez esté ahí parado, observando,
quieto en mis cavilaciones profundas.

Tal vez, sólo tal vez, detenga mis pasos al oír tu voz,
y me quede un rato por tu lugar,
para ver si tenés algo para decirme.

Y puede que descorra las cortinas que empañan tus ojos
para ver si queda algo de esa transparencia acuosa
que supo inundarme, pero quizás parta antes de hacerlo.

Bajo este cielo vertiginoso que cambia colores,
que amenaza con una lluvia peligrosamente
melancólica, estoy, estás, o ¿serán las sombras?.

Puede ser que me quede inmóvil, pétreo, en el mismo lugar,
tan quito que ni el aire se mueva a mi alrededor,
puede ser que la quietud sea mi estilo, mi estrategia.

Podrías marchar tan lejos que ni tus pasos ni tu sombra
te alcancen, volar por cielos desconocidos hasta algún páramo
en el que te encuentres totalmente sola.

¿Y si me quedo en la misma noche aquella, con el tiempo detenido,
y las agujas del tiempo queriendo rozar los primeros momentos del día
para esperar tu decisión?

Pero quizás cuando tu alma cansada de buscar entre tantas,
se detenga sedienta a querer beber de mi boca...
quizás no esté, no sea yo, me haya ido, para no volver jamás.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Duermo con fantasmas

La noche es una garra poderosa
que te atrapa sin darte chances de escapar
se te cae encima con su poderosa oscuridad.

Danzan las sombras en las paredes
y las luces que parpadean te transportan,
te llevan a un plano difuso y desconocido.

Y sin poder dormir por los pensamientos que acechan,
recorro la casa silenciosa y me pierdo,
el pasillo es tan largo que parece infinito.

Pensarte es cruel, pensarte es agonizar cada segundo,
y sentir la lejanía en la piel que se quiebra,
con cada latido de un corazón acelerado y roto.

Me acuesto con los fantasmas, con los que no quiero,
con imágenes asesinas a un corazón en llamas que desea todavía,
me acuesto con los fantasmas de lo que es y no tengo.

Duermo el sueño entrecortado de la agitación,
y la noche sigue bajando su puño sobre mi cabeza aturdida,
que sólo piensa en cuantos besos estás regalando.

Si pudiera matar lo haría, si pudiera volar lejos, me iría,
si pudiera no pensar en tu cuerpo en otros brazos, no pensaría
si pudiera borrarte de mi, me aliviaría.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Recuerdos lejanos

Memoria intacta que se derrite
bajo el ardor estival,
recuerdos que se clavan en el corazón
y al caerse dejan sus marcas
como clavos sacados de una pared.

Algunos pocos instantes bastaron
para dejar un sello indeleble y eterno,
una mirada introspectiva
y saltan a la luz los recuerdos y los dolores
una mirada hacia afuera
y el horizonte se hace tan lejano como imposible.

Y allí anidan las aves que clavan sus garras,
se alimentan de mi cuerpo inerte
y emprenden un vuelo rapaz y veloz hacia la nada,
dónde mis ojos abiertos ya no pueden ver.

Arde el cuerpo en la lejanía,
se desgrana tan lento el tiempo
que hasta casi puedo tomarlo entre mis manos,
pero nunca podré hacer que retroceda,
como si fuera una broma cruel del destino.

y la noche asesina mis sueños,
y la luna rota cae en lluvia inclemente
sobre mi cama vacía,
y la vida corre más veloz que el viento
y la soledad me abraza con toda su fuerza.

Cuanto más?

Cuántas bocas más pasarán?
cuántos cuerpos profanando espacios?
cuánta desesperación se junta y te hace
vulnerable a la primera palabra vacía?
Cuántas promesas te ha roto...? y sin embargo.

Cuántas noches como ésta quedan?
que tan grande puede ser este hueco?
cómo se puede besar el recuerdo?
cuándo explotará el dolor para irse finalmente?
cuántas manos sucias seguirán tocando?

Cuánta pena llevás sobre tus hombros?
cómo podés creer que así tu corazón se aliviará?
cuántas noches como ésta quedan,
que ni el llanto lava la sangre demis manos?

Cómo puede la nostalgia golpear mi puerta
y penetras tan fácilmente enlos confines de mi mente?

Cómo puden caminar mis pasos,
si se han perdido hace tiempo?
cómo pueden abrazar mis brazos,
si a cda intento sólo abrazan el vacío?
cómo puede llamarse vida, si es una muerte lenta?

Cuantas noches más como ésta quedarán?
cómo puede la nostalgia golpear mi puerta
y penetrar tan fácilmente en los confines de mi mente?

sábado, 23 de octubre de 2010

La Confusión

Cuando no hay líneas que delimitan,
cuando el camino son los propios pasos,
cuando la mente te dibuja emboscadas
y el oasis se seca en medio de la tormenta,
la vida da una vuelta de página y todo recomienza.
En el momento de trazar el punto final (?),
cuando la energía parece agotarse,
en las noches oscuras de viento tempestuoso,
cuando el mar endulza el agua, y se deja tomar,
y la sed ya no duele en tu garganta.
Entre la bruma de otra madrugada sin sueño,
cuando los pasos van y vienen sin sentido aparente,
allí entre tantas almas que deambulan
buscando unos ojos para hacer blanco,
cuando el alud baja de la montaña y parece sepultarte.
Cuando sentís la lejanía aún estando cerca,
cuando las luces quieren apagarse,
cuando todo, ya todo, parece que tiene un final,
cierro mis ojos, te veo entre sueños, vislumbro tu silueta
y vuelvo a creer que es posible el amor.

sábado, 16 de octubre de 2010

De urgencias y otras necesidades

Me urge el olvido
me reclama el amor,
me encadenan mis raíces
me seduce el destierro
se oscurece la noche
se abrillantan las penas.
El hambre no calla,
los niños de hoy (los hambrientos)
(no)son el futuro,
las mentiras nos caen
nos embarran la cancha
los pesados pies sin rumbos
dejan sus huellas en la alfombra roja.
Me duele mirarte,
me lastima la indiferencia
se silencia la fe,
se derrumba otro sueño
se calma la sed, con el agua del mar
vuelve a doler la garganta
no puedo tomarla más.
Se rien de nosotros,
ni las sobras nos tiran
se burlan de nuestro destino
y se empachan con sus festines obsdenos.
Me sangra el alma,
se tuerce mi camino
merodea el amanecer por mi cama
ausente, vacía y desolada,
me reclama el amor
me obligo a olvidarte
merodea otro cielo
y sin alas quiero volar,
se me cansan los ojos
y balbuceo tu nombre
la boca se me llena de tu voz
pero ya no quiero nombrarte.

viernes, 8 de octubre de 2010

Nos queda lo que no se pasa.

Queda el ardor en el alma
y las palabras que ya dije y repetiré,
quedan sombras a las que echarles luz
y muchas noches por delante,
pasan raudos los momentos de felicidad
pero quedan los recuerdos para rescatarte
cuando los sueños parecen desvanecerce.

Pasan días y meses, pasan años, mucho tiempo
pero quedan charcos para chapotear,
y hojas secas en otoño para hacerlas crujir,
queda la luz que hace brillar tu mirada
y la piel, todavía queda tu piel.

Queda algo de humedad en las manos,
la tibieza que se rehusa a irse de la cama
quedan los labios y queda la sed para ser saciada,
pasa casi inadvertida otra tarde,
pero queda el sol flotando sobre todos,
anaranjado atardecer que todavía nos queda.

Queda una foto escondida por ahí,
de tu vientre fecundo y de los buenos tiempos,
queda todavía el aroma de tu pelo,
dejando detrás de tus pasos algo de vos,
pasan las mismas estrellas en el mismo lugar cada noche
pero nos queda esa que una vez nombramos.

Pasa la vida, pasan esos momentos sin memoria
que nos recuerdan que todo pasa,
pero nos queda entre los dedos la misma sensación del primer día
nos quedan flotando esas caricias desprevenidas
y las ansias, nos quedan las ansias de volver a ser.

Queda el orgullo del legado,
el pequeño corazón que late por si solo y sus alitas,
que pronto aprenderán a volar solas,
queda el sueño roto y el deseo de repararlo
pasan los que no creen y te señalan,
pasan los burlones de mirada opaca
pero nos queda todavía una noche,
una sola noche más.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Mágica mujer

La noche lanzó su conjuro de luna
y cayó casi sin querer sobre tus ojos,
que desde ese día brillan más que nada
y son la luz que sigo para no perderme.

Plateada fórmula que se derramó por tu piel
dormida esa noche,
y que no me canso de acariciar con manos sutiles,
casi un roce circunstancial y desprevenido.

Las pócimas se combinaron perfectamente
para darte esa sonrisa que hipnotiza,
y me hace reír aún cuando duele el alma
y las cicatrices parcen no cerrar.

Unas cuantas palabras dichas en el orden correcto
la obra de todos los hechizeros del universo
conspiraron para hacerte mágicamente única,
y te metieron debajo de mi piel para siempre.

Aunque las sombras se borren con el agua de esta lluvia,
y los paso se desdibujen lentamente en un laberinto sin fin,
aunque el sol me niegue la luz,
tengo el brillo de tus ojos para seguir.

El abracadabra se hizo carne y surgiste como nadie,
mujer mágica que robó mis sueños imposibles
para darme alas en los pies y volar más allá de todo
que me dio el alma para acunarte y verte solamente dormir.

Puedo

Puedo vivir sin vos pero no quiero,
puedo dejar de oír tu voz
pero el silencio total me aturdiría,
puedo apagar tus ojos,
pero le temo a la falta de brillo del día,
puedo dejar de seguir tus pasos,
pero no sabría andar por otros caminos
puedo esconder las palabras,
tras una copiosa lluvia de invierno,
pero me saldrian igual desde la mirada,
puedo vivir lleno de ausencias,
menos de la tuya.

Puedo vivir sin vos, pero no quiero,
puedo dejar de respirar y morir incluso,
pero no puedo dejar de sentir tu aliento en el viento,
puedo seguir dejando que el tiempo pase
pero no puedo quedarme en el mismo lugar siempre,
por eso salgo hoy a buscarte entre la niebla,
entre el barro que queda después de la tormenta
y ver si las huellas me conducen hasta vos.

Puedo dejar este mundo egoísta y hostil
y vivir colgado de una ilusión dibujada en las estrellas
puedo abstraerme de los ruidos cotidianos,
y escuchar sólamente el sonido de tu voz
vibrando en el aire que respiro,
puedo precindir del alimento,
pero no puedo dejar de besarte en mis noches insomnes.

Puedo dejar de verte en todos lados,
pero cierro los ojos y la mente te dibuja,
puedo todo menos soportar tu ausencia,
puedo dejar de amarte, pero no quiero,
puedo dejar de pensarte, pero te pienso
puedo dejar de vivir esta vida de la que sos gran parte,
pero me faltarían los latidos de mi corazón.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Propuestas

Te propongo volar lejos,
irnos más allá de los sueños
y de las montañas que nos tapan el sol,
te propongo ir de la mano, juntos,
sin soltarno más por el camino que trazamos
aquella noche sin luna en la que nos juramos este amor.

Te propongo grabar con tu sangre
tu nombre en mi espalda,
y marcar las amapolas que crecen bajo nuestros pies
para no perder el rumbo,
te propongo regar con el agua de mis ojos
tu flor sagrada y cultivar la vida juntos.

Te propongo trazar una línea en el cielo
para dejar de aquel lado lo que fue,
las penas que se fueron pudriendo con las heladas
lluvias de los inviernos solitarios,
y de este lado reescribir lo que nos hace bien,
redibujar sueños con un sello indeleble.

Te propongo nada más que mi amor,
así simple y fresco como esta mañana en la que te escribo,
te propongo mi alma si es preciso,
para obtener el perdón y seguir mi curso,
te prongo mi vida, para que la tomes y te nutras,
te propongo nada más que mi amor.

La casa vacía

Los muebles perfectamente ordenados
la mesa en su lugar con sus sillas,
como si el tiempo si hubiera detenido
a descansar y no hubiese seguido su curso,
todo está inalterado, limpio, tan limpio
que faltan los aromas del sábado a la tarde.

Se ausentaron los ruidos de la cocina,
se evaporaron los olores de la cena cotidiana
repetida y por eso no menos apetitosa de cada día,
no hay rezongos ni llantos por nada,
el silencio helado de la quietud domina la escena.

Falnta esas miradas cómplices qeu rebotan
entre ellas y se estrellan contra las paredes
y el piso, miradas que parecían los cuadros
que adornaban las habitaciones,
se callaron las voces, ni el viento silba por las hendijas
de las ventanas cerradas.

La cama pide clemencia ante el frío que la azota,
sábanas vírgenes de cuerpos ardientes,
que las enmarañan, ni el olor a humedad queda,
no se ven las sombras huidizas a media noche
que asaltaban la heladera, ni la oscuridad
que camuflaba el desvelo más resistente.

En el centro de la mesa un florero,
lleno de rosas opacas y sin perfume,
casi plásticas o petrificadas,
como una foto en blanco y negro
que no dice nada.

Cesaron las risas y el ruido de los besos,
esos que se dan sin pensar, por inercia,
pero que llenaban cada habitación con su
aroma único, irrepetible,
hay un silencio helado,
hay ausencias tan notorias como dolorosas,
se puede percibir el acecho de la propia muerte,
hay tristeza desbordada en la casa vacía.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El trabajo del tiempo

En su ir constante hacia adelante,
cambia, despeja dudas, duele,
transforma perspectivas, disipa nieblas,
luego deja de doler.

El avance es inexorable, así debe ser,
cruza límites, salta cercas, se deshace
en las noches sin luna pero no del todo,
con el sol vuelve a resurgir de sus restos.

Así de despacio camina cuando lo mirás,
pero hoy debo soltarle la mano, ´
para que se vaya y pueda hacer su trabajo,
avanzar y cerrar heridas, curar pasados.

Cuando el tiempo se va, se nos va la vida,
pero se nos va el dolor del pasado también
y tu reflejo en la pared se desvanece,
se vuelve invisible a mis ojos cansados.

Tiempo que se vuela y camina al mismo tiempo,
tiempo que ya no es agonía, sino camino por andar,
el trabajo sucio de borrar los recuerdos de aquello
que persiste en quedarse en los pasillos de mi corazón.

Tus formas

Me gustás así, con la cara lavada,
y tus ojos relucientes recién levantados,
esos labios cerrados que me me llaman sin hablar,
me gusta tu silencio que llena todos mis espacios.
Me gusta el reflejo del sol que sortea el vidrio
de la ventana y derrama sobre tu cuerpo
el baño de luz que combina perfectamente con tu piel.

Me gusta tanto todo de vos que hasta casi duele,
tus pasos al alejarse, los dedos de tus manos
que de tan frágiles que parecen los quiero proteger
entre mis manos ásperas y solitarias.
Me gustan tus cabellos arremolinados por la noche,
y tan perfectamente ordenados luego.

Tu forma extraña de ser, tus secretos más ocultos
me gusta contar los lunares de tu piel,
y me enloquece tu risa estridente, esa risa que me provoca,
y que ilumina tu rostros de manera tan particular
que ni el reflejo de la luna llena en la noche más clara
podría provocar.

Me gusta mujer tu cuerpo encendido y tu furia enloquecida,
tu forma casi felina de moverte, y tu cruda frontalidad,
me gustan tus ojos, de lo primero que me ha enamorado,
tus ojos que nunca voy a dejar de querer, hasta tus piernas
esas que odias con tanto ahínco, tus piernas mujer me gustan.

Me gustás amor, ni la distancia ni el tiempo podrá alterar esto,
ni las noches solitarias, ni el deseo de olvidarte,
me gusta tanto que duele, arde, se consume en mi pecho,
pero hasta eso me gusta.

Suspirá

Suspirá, suspirá tan profundo como puedas,
tomá todo el aire que te sea posible y suspirá,
por ese amor que se fue, que dejaste ir,
suspirá por aquello que aparenta ser imposible,
suspirá, no dejes de hacerlo.

Suspirá y que en el suspiro se partan las piedras
que hay en tu camino,
que se vaya todo aquello que no te deja ser libre,
suspirá y que las flores se abran e tu suspiro,
que el dolor vuele libre lejos de vos, que se vaya.

Suspirá por esta mañana de paciencia inagotable
que se filtra por tu ventana y te acaricia sin darte cuenta,
suspirá por el recuerdo de esos ojos que no podés olvidar,
hacelo que el suspiro no es dolor, es el reflojo de lo
hermoso que fue, es la expresión del alma que a veces
se queda sin palabras para expresar.

Y cuando se infle tu pecho, lleno de promesas e ilusines
sacalas con fuerza en un suspiro, para que en las alas
de los pájaros lleven tu mensaje a dónde tenga que llegar,
y cuando tus ojos se cierren, en el estertor de ese suspiro
puedas ver ese rostro nuevamente, la cara de ese amor que no murió
que arde lentamente en tus entrañas, y no lo extrañes, recordalo,
que en un suspiro, todo puede suceder.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Refugiarse

La calle es un rio chato,
que moja mis pasos de pies entumecidos
que me da inestabilidad y sensación
de caer en cualquier momento.
Esta lluvia lava, pero también no deja
cicatrizar heridas que con aire y sol,
serían otra cosa.

Camino, no me importa mojarme, estoy volviedo,
bajo las escaleras del subte,
convertidas en cataratas diminutas
que empapan aún más mis castigados pies,
la mirada clavadada en el piso, y se eleva lentamente
de frente, en la otra catarata baja alguien,
¿que estará pensando? el rostro duro, ajeno.

¿Y yo, en que estaría pensando si no pensara en esto
todo el tiempo? Ya, ahora ¿En que estaría pensando?
Juegos de la mente que dibuja sombras y soles lejanos,
subterfugios de los pensamientos que se disparan solos,
esos que están pegados a la piel.

De pronto el subte es un refugio impensado,
corta estadía pero los pies lo agradecen,
un poco de calor no viene mal a estos zapatos gastados,
rotos de caminar senderos imposibles y de intentar
retomar un camino ya transitado, que quizás no valga la pena,
el subte y los silencios de todos los que allí están
me aturden atronadoramente, silbo una canción, triste, pero silbo
y le pongo algo de música a mi corazón humedecido.

Vuelvo a casa, no al hogar, a casa,
el día no termina porque nunca se termina del todo,
siempre queda una pequeña luz encendida que te habla,
una figura que se mueve sigilosa y te dice que no se ha ido,
un recordatorio, algo que te dolerá en el cuerpo en la mañana,
estoy abajo, tratando de enterrar las miradas.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Pensamientos del tiempo y una noche larga

La mirada borrosa,
una percepción difusa del tiempo
y de su paso que no percibimos, pero se va,
nos atraviesa como si fuera un fantasma
presuroso por llegar a ninguna parte,
y vemos tal vez, lo que no es, y lo que no será.

Camino po una ciudad insomne
con sus ojos abiertos y bien atentos,
que distingue los pasos errantes de aquellos
que tienen a dónde ir,
puedo abrazarme con cualquiera en este momento,
en esta noche dónde me urge abrazar.

Un cuerpo vacío, uno que no quiero,
un cuerpo que no busqué pero que ahí está
como la costa del que lleva años perdido en el mar
la ilusión de estar a salvo, el espejismo oscuro
y engañoso otra vez de la visión difusa.

Mientras que extrañar ya no tiene caso,
porque se me borraron las líneas de tu boca
dibujadas con arena, con este viento casi intencional.
Porque pasaron ya tantos días sin la sensacion de compañía
que mi cuerpo no entiende que es, y acepta lo que hay,
extrañar...que era extrañar?

Veo luces por todos lados en estas calles que me albergan,
me siento a ver pasar a la gente en cualquier bar,
observo miradas, gestos, analizo palabras sueltas,
y me embriago con el humo y el aroma a café
que gritan lágrgimas ajenas, pero siento como propias.

Me quiere vender flores una criatura sin infancia,
me ruega una moneda un vagabundo,
una moneda! tanto para él y tan poco para mi...
si yo pudiera arreglarlo todo con una moneda!
pero tal vez mi moneda sea ver claramente, cosa que no pasa,
y la gente sigue caminando esta ciudad.

Se va el tiempo y es imperceptible,
y arrastra corazones y odios en su ida,
se lleva instantes mágicos que parecían tallados
en el aire, pero después te das cuenta que se desvanecen,
la noche no termina jamás, aunque el tiempo se vaya.

Ya caminar no me lleva,
seguir llorando no alivia la presión de mi pecho
mirar sin ver no da claridad a la mente,
y así se llenan los bolsillos de nada
y se vacía el alma resquebrajada y los sueños...
que se reflejaban con las luces de esta ciudad despierta
desaparecen lentamente con el primer rayo de sol.

Ya no pienso.

Escucho los gritos de mi alma
que pugna por liberarse,
la siento moverse dentro mio con
frenesí incomprensible para mi mente inquieta.
Se sienten ruidos, extraños ruidos,
los lazos se quiebran y se sueltan los cabos,
vuela al fin, libre, como nunca, como siempre.

Con los peores ojos,
ojos ciegos que no quieren ver lo que dejé atrás,
con el sol de frente que no encandila,
y con la fe entre las manos como la bendición del agua
en medio del desierto va mi alma, libre.

Es preciso caminar solo, tan necesario que hasta duele
pero los pies descalzos saben dónde pisar,
para no caer en las mismas huellas, para trazar un sendero
distinto, los pies descalzos y la orilla fresca del mar
que me acompaña, que limpia con su espuma efímera el cansancio.

Ya no pienso que seré, vivo lo que soy,
me ofrezco al viento con lo poco que tengo, para que me lleve
y en sus manos poder descansar al menos un rato,
sólo un rato de merecido descanso para el cuerpo angustioso
que incansable busca la salida del laberinto oscuro.

Ya no pienso que pasó, simplemente lo agradezco, lo acepto,
internalizo mi miedo y saco afuera las dudas,
me despojo de polvo acumulado en el tiempo y sacudo mi letargo,
empieza todo otra vez, conmigo, con mi sombra compañera como´
único equipaje, con la virtud de los sueños por soñar,
con la esperanza de ayer, y la ilusión de mañana.

viernes, 10 de septiembre de 2010

En mi piel

Seguís allí por que sos como una sombra
que no puede borrarse con nada,
estás siempre presente porque te siento y sos,
como el sol, qeu está aunqu lo escondan
algunas nubes.

Siento el camino qeu recorren esas manos
en mi espalda siempre feliz de recibirte
con sus poros abiertos ante tu tacto sutil,
estás tan cerca que no puedo alcanzarte,
ni verte siquiera de tan cerca que estás.

Llevo en mi piel la fragancia de la tuya
y la sombra de tus ojos cuando me miraban
llevo fresco el aliento del ese beso
que me diste sin saber que sería el último,
llevo tu historia grabada.

Ardiente esta piel que te desea,
y qeu sueña con algo tan simple
como un abrazo desnudo, desprovisto de
pesadas cargas y rencores oxidados,
ardiente piel qeu en mi cuerpo te sueña
y tal vez, una noche de estas, vos me despiertes.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Calles mojadas

Se cubre la ciudad de un agua infinita,
copiosa lluvia envuelve en cada gota a las palbras
que resbalan calle abajo hasta llegar al rio,
hasta ahogarse.

Llueve en la ciudad y los paso van en falso,
saltar cada charco es un dolor en las piernas,
es una bofetada al alma inundada,
mi calles están cubierta de esta inclemente lluvia.

Puede lavar este agua y llevarse lo que no quiero,
pero en su afán de mojarlo todo cae incesante,
cuantas penas encierran esas diminutas gotas!
o será el llanto encadenado de tanta gente?

De cristales empañados y desventuras podría hablar,
de tantos desencuentros seguidos también,
de tu ausencia, de mi soledad, de mi dolor incomensurable
de mi soledad crónica y de tantas cosas, mas tambien.

Prefiero callar hoy, que el agua me lleve y la vida también
que el dolor se quede ahí y se vaya cuando quiera,
que el destino dibuje el mapa para caminar,
o resbalar en estas calles mojadas.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Salir a buscar

Hay calles para andar
hay caminos para gastar los pasos
rincones dónde buscar esa mirada
que se ha perdido en el tiempo.

Almas confundidas que se cruzan
y esta calle abarrotada de nadie
llena de ausencias presentes y silenciosas
que corona las palabras no dichas jamás.

Para que buscar esos labios
que ya no besan?
para que salir al maremoto humano
cuando no se nadar?

Pero todavía tengo esta ciudad mia
que no duerme, para prenderme todas las luces
y que pueda buscar el color de esa voz
que se ha enmudecido lentamente.

Voy a salir, los pies me lo piden
y sin propia voluntad camino la noche azulada,
huelo los azahares y los jazmines de mi infancia
como un viaje en el tiempo sin quererlo.

Aunque no encuentre lo uqe busco voy a salir,
por más que sepa qeu ya se ha marchado mi amor
volveré a pisar estas calles entreveradas
para ver si quizás, por algún designio te vuelva a encontrar.

Que más?

Qué más podría darte?
acaso mis ojos para que sientas lo que yo
cuando te veo?
Habrá algo que no te haya dado?
mi tiempo, mis dudas, los misterios?
Tal vez podría darte mis pies
para que sientas las piedras en mi camino.
Qué más podría darte?
Si me lo pidieras, esta vida,
porque creo en la otra y en esa,
tal vez volvamos a encontrarnos.
Podría darte mis excusas y mis cuentos
algunas mentiras que ya no me sirven,
te podría dar ese día que no es mio
pero, qué más podría darte?
Si creí que el universo todo te había entregado
si pensé que mi alma ya era tuya desde antes,
si casi me convezo de haberte entregado la luna
y todos sus demonios.
Qué más? que más podría darte esta noche?
si alma no tengo, si los ojos me faltan
si los pies están cansados y mi sangre helada?

sábado, 28 de agosto de 2010

Te amaré

Voy a amarte ma´s allá de la comprensión
después de los rios y los bosques,
voy a amarte después del fuego que quema
el día pasado, voy a amarte sin más.
Voy a amarte aún en tu ausencia,
sin tus manos y sin tu mar,
voy a amarte hasta que tenga vida
y aún cuando muera voy a amarte más.
Voy a amarte a pesar de tus ojos en otros ojos,
cuando tu alma se vaya
voy a amarte incluso cuando tu amor
tenga otro nombre.
Voy a amarte porque no se hacer otra cosa,
voy a amarte aunque aunque la vida sea un NO,
lo haré con las espinas de tu rosal clavadas
en mis manos, voy a amarte después del mar.
Cuando esté en otros brazos voy a amarte,
cuando el tiempo pase y esté en otro sendero
voy a amarte porque mi corazón tiene dueña y sueños
y tu nombre tatuado con la sangre de tu rosal.
Voy a amarte aún con empecinamiento,
como las olas que pacientes desgranan las rocas,
voy a amarte aunque comprenda que te fuiste,
aún con tu vuelo lejano y vagabundo,
voy a amarte hasta despintar el cielo y que mi corazón muera,
y cuando mi corazón muera, te volveré a amar.

Círculos

Y en el fastidio de los días que se repiten,
voy caminando bajo la sombra del ayer,
con la pesada carga del día que murió
cuando te fuiste, cuando dejé de ser.

El protector de tus sueños,
el centinela de los anhelos,
y el guardián de tu vida y la mia
cuando dejé de ser y de existir.

Uno tras otro se repiten,
parecen copias burlonas del destino
que no cambia ni la cara del sol
ni las lágrimas grises que caen en mi.

Este círculo en el que se ha convertido mi vida
marea mis sentimientos
pues te amo aún como ayer
pero el olvido sería el elixir que me cure al fin.

Agonizando esta tarde, idéntica tarde
de hoy a al de ayer
se quema otra vez el cielo como se han quemado
mis ganas de verte y mu sueño de volver.

Decir Adiós

No es más valiente el alma que se aferra,
esa que lía con cadenas absolutas
el pasado al presente,
no es valiente aquella alma que no suelta.

Valiente es el corazón que te suelta,
y no deja de latir,
este corazón que te dice adiós
y sigue andando el camino de lo inesperado.

Mi valiente alma suelta las amarras y te despide,
no con pesar ni tristeza en las manos
pues las llagas que me arden con tal de aferrarme
me llenan de sangre la mirada.

Así te dejo ir sin más,
con la liviandad de conciencia
de haberlo entregado todo, con la certeza
de saber que si el destino lo quiere, volverás.

No es más valiente el alma que no suelta,
que se empecina y no abraza,
mi alma, aunque repleta de un dolor inmenso
te dice adiós para que seas, aunque no vuelvas más.

Se acaban las palabras

No hacen falta palabras
cuando en un suspiro dejo escapar la vida,
cuando en una mirada tibia
te doy todo lo que tengo y más.

Para que hablar si con el poder del silencio
puedo decirte mil cosas,
si puedo expresarte esta angustia que siento
en cada noche que no estás.

Se acaban las plabras cuando tu cuerpo
despojado de todo rencor me abraza,
cuando siento tu piel como si fuera mia
y las caricias brotan en incansable manatial.

No necesito decirte más que lo que hago
cuando me entrego al juego de las almas,
puedo callar las voces que dicen no,
y en este silencio darte todo lo que soy.

Se me acaban las palabras cuand te veo partir,
no puedo expresar más allá del dolor,
que quiebra en pedazos ínfimos mi corazón
que no se rearma ni con el sonido ausente de tu voz.

Séptimo Cielo

Subo al séptimo cielo
al último espacio de libertad que queda,
subo aún con las alas rotas
y con la sangre caliente en las venas.

Subo al refugio de la ilusión uqe sobrevive,
al rincón dónde se guarda la fe,
contrato con la nueva vida un vínculo férreo
que no se disuelva como la sal en el mar.

Nunca es fácil subir estando solo,
pero el saber que arriba encontraré la fe, me impulsa,
renueva la energía desgastada y vive mi cuerpo hambriento
que ni la muerte puede matar.

Luego de vivir en el infierno inexistente,
en el espacio imaginado del absoluta oscuridad,
elevo las manos al cielo que reclama mi nombre
al séptimo cielo, dónde aguarda la calma final.

La libertad de no vivir atado a tu sombra
la libertad de dejar las cadenas que me agarran al pasado,
el poder viajar liviano de ropas y pensamientos
para encontrarme con mi vida, para volver a flotar.

Lo que es y lo que no

Es tu nombre el que no deja de sonar
entre los truenos de esta tormenta,
son los momentos que no puedo recordar
y no los fragmentos que en el tiempo perdí.

Es el brillo de esa mirada, las manos heladas
las que de mi mente no se van,
no son las noches ni los reproches
no son los cielos que no dejo de mirar.

Son las heridas abiertas
es la sal que vierten dentro de ellas
tu imágen ausente, y todo lo que ya no está,
son las heridas que el tiempo ha de sanar.

Aunque el sol me queme los ojos,
no te puedo dejar de mirar
ciego en mi sueño inconciente
me arden las manos vacías y esta soledad.

Aunque las piedras en este camino,
sena los escollos más arduos,
que he de sortear, aunque me duelan los hombros
de cargar el peso invisible de lo que no está.

No es

El tiempo no existe,
no existe nada de lo que fue,
ni los cristales ni los metales
de la noche oscura que acecha y no llega.

Se desgrana con exasperante lentitud
las gotas de luna que caen sobre mi techo
y esta amenaza de noche eterna
me llenan el pecho de un hondo pavor.

Como temerle a algo irreal?
Como extrañar lo que nunca estuvo y no está?
golpea mis ventanas este viento que se hace infernal
sacude mi casa el tiempo que pasa y no es real.

Tomo entre mis manos la porción de noche
que queda viva en mi,
y la arrojo al fuego arrasador sin culpas ni penas
para quemarle el pasado a mi corazón.

Y arrancarte de mi retina y mi mirada,
para sacarte de mi nombre y mi calor
para escuchar en el fuego sólo el silencio
y que tus ojos se vayan lejos con mi dolor.

Recuento y balance

Sigo sumando dudas al recuento,
sigo contando pesares en este viento,
que sopla inclemente desde el norte y barre
el polvo que no dejaba ver la realidad.

Recuento, resto, saco del bolso más incertidumbres
y las pongo sobre esta mesa de tres patas,
que se tambalea con los espíritus que llegan
mesa que recibe mis desaciertos para juntarlos todos.

Sumo a lo que sale del bolso
algunas angustias que se aferraron a mi pecho
unos cuantos momentos que quisiera sacar y arrojar
al río, para ver si se hunde con el pasado.

Y si me preguntan por dónde anduve
nunca se que contestar,
los caminos se me cruzan y confunden,
los mares se me hacen desiertos y el día oscurece.

Sigo sumando al recuento,
todas las noches que no sentí tu aliento en mi piel
cada día que tus ojos no se abrieron
todos los segundos de esta soledad cruel.

El buscador de huellas

Por dónde andarán tus pasos?
dónde estarán que ya no los encuentro?
acaso querrán esconderse, hundirse en sus huellas
y evitar que mis ojos los encuentren?

Las calles que transito me tragan en mi trayecto
como las fauces de un monstruo salido de un cuento
se abren y me degluten mientras camino,
son mis pensamientos abstraídos, con tu sombra en mi.

Sigo el rumbo de las sombras que aparecen,
como si fueran los designios del destino
que me llaman a caminar por un sendero diferente
detengo mi marcha lenta y tambaleante para verte.

Pero no hay nada a mi alrededor que reconozca
cuerpos vacíos y sin ojos me rozan y me atraviesan
como el viento al desierto , modificando las arenas
de mi piel sedienta de esas manos tuyas.

Manos que ya se han volado hace tiempo,
y no he podido volver a sentir,
manos que acarician un presente fantasmal
una realidad tan ficticia como triste.

Sicon con mis preguntas sobre los hombros,
voy con mis dudas a cuestas y con las manos vacías
por dónde andarán tus pasos,
que este camino nuevo no se abre para mi?

domingo, 22 de agosto de 2010

No te olvido

Instantes pasados que vuelan a mi lado,
momentos que se reflejan en el cielo gris
caminos recorridos junto a vos y a los sueños,
momentos que me asaltan en el afán de olvidarte
tengo las manos heridas de caminar junto a la memoria
y los pies cansados de senderos circulares que se repiten.
Secuencias imborrables que llevo en la piel,
noches enteras buscandote luego de mi partida
soles entibiando la frialdad del alma agonizante
vacía, pero tan llena de ruidos a la vez.
Una ciudad que nunca me perteneció y está difusa,
algunas noches que nos robamos y fueron nuestras
vuelvo al momento del encuentro casual y azaroso,
al instante en el que el destino nos tendiera su trampa
para encontrarnos y transitar un tramo de vida juntos.
No te olvido por que hay aromas que se impregnan en el cuerpo,
poruqe no pude desprenderme jamás de esos ojitos,
no te olvido porque cuando me golpeo el pecho,
siento el relieve de tu nombre grabado con la sangre caliente,
llevaré a dónde vaya el arcón con los recuerdos,
iré de la mano de tu sombra que me acompaña,
miraré al cielo como pidiendo una explicación,
o implorando quizás algunos minutos más de tu existencia,
voy por dónde el viento quiere que vaya,
dónde los caminos caprichosos de la vida me lleven a explorar,
no te olvido porque el amor no se olvida,
ni las distancias pueden con él, ni esta necesidad de olvidar.

sábado, 21 de agosto de 2010

Dale.

Dale tiempo al viento,
para desovillar ese puñado de colores
que se encaraman contra las nubes y llueven
en esta tarde que se ofrece clara.

Dale una razón al suelo,
para seguir aceptando tus pasos hacia algún lugar
para que el camino se te haga piel
bajo tus pequeños pies.

Dale un suspiro a tu pecho cargado,
y dale a este cuerpo un motivo para olvidar
si es que no puedo llevar tu mirada en mi,
ni tus caricias en el alma.

Dale a este amor un tiro de gracia para morir,
o una bocanada de aire que lo llene de vida,
para ser otra vez eso que supo,
para que los fantasmas se vuelen en el viento.

Dale a mi piel un descanso,
un bálsamo que le devuelva la frescura
dale a este infierno que quema más que el sol
ese puñado de historia para que todo vuelva a empezar.

Incierto destino

Perdido por el enceguecedor brillo
de esos ojitos,
cautivado por el color de tu voz
la sigo como única guía en este mundo
no veo más que tu voz.

Volando por el cielo de tu espalda desnuda
buscando un claro para aterrizar,
y descender, aunque no tenga permiso, en tu cuerpo
tu tibieza me envuelve y me enloquece.

Sigo tan sólo los aromas que tu cuerpo despiden,
los aromas del frio que nos cobijó una vez,
de tu piel, el sabor de tu boca fresca,
y voy dandole a mi pasión una excusa para seguir.

Dominado por la esencia secreta de tus rincones,
embriagado con el néctar de tu tesoro,
ansío el momento de dar el primer paso y poner en marcha
mi deseo más conocido, mi alma es tuya.

Aunque el baño de esperanza no alcance,
ni los sonidos de esta lluvia golpeando mi techo
callen las voces que llaman tu nombre una y otra vez,
voy darle una chance al tiempo y a este amor.

Porque voy perdido por el universo infinito de tu boca,
porque sin el rumbo de tus pies ya no se quien soy,
voy con la paciencia tejiendo una red en mis manos
para no caerme cuando el cielo diga no.

Es tu cuerpo mi alimento más perfecto,
son esos ojitos grises los que me llenan de luz,
puedo ver en tus palabras el conjuro para ser,
lo que el sueño me dijo una vez, la pata que le falta
a esta mesa que sirve mi banquete, tu boca el postre,
tu flor en el centro de mi confusión.

Voy perdido, voy por vos, voy por tus alas
para encender el fuego atroz de un vuelo
que queme con ardor inusitado nuestra historia vieja,
voy encandilado por tu brillo, voy por ahí,
buscando otra vez tu voz.

Puedo creer

No hay tablas escritas ni dogmas
que me detengan y me digan no,
no hay cortina de hierro que me separe
mi fe, crece como maleza en sembradío
y ocupa todo lugar disponible,
mi fe es mi escudo, el motor.

Aunque camine sin parar, para dejar de pensar,
en mi mente las imágenes me llevan,
voy por mi barrio de la infancia, vuelo por
cada lugar que pisé, y dejé huella,
aunque camine sin parar, no te dejo de pensar.

No se puede detener la marcha de esta pasión,
aunque las miradas inquisidoras digan no,
por más que insistan en decirme que se terminó
nadie puede con esta esperanza mia, con mi pecho
encendido, y con esta mirada que te busca sin parar.

Si pudiera ver de cerca tu rostro otra vez,
esas perfectas imperfecciones hechas a medida de
tu palidez exquisitamente dulce, si pudiera con esos ojos
de una acuosidad única, tan llena de barcos extraños,
tan mios, tan lejanos, tan cerrados.

Pero sin reglas ni escrituras sagradas que me detengan,
voy buscando tu piel,
estoy en el camino correcto, cuando el corazón te guia
no hay desvíos que ee hagan perder el rumbo,
no hay nada que me diga no, ni siquiera este dolor.

Espera esperanza

¿Cómo no creer en el tiempo,
anque en el camino se nos vaya cayendo
de los bolsillos la fe,
aunque las nubes más negras de una tormenta
que pareciera ser la última nos amenace de muerte?

¿Cómo no creer que el tiempo siempre está
de mi lado?
Creencia firme que abrazo y no soltaré, el tiempo
es la espada con el filo más aguzado que hay,
es mi espada con la que salgo a cazar fantasmas.

Y yo espero, ¿total, que se puede perder?
con el tiempo de mi lado, espero,
a ver si una ventana se abre apenas y me deja ver,
espero a que esa luz se encienda y me haga un guiño.

Tiempo a favor y en contra, mi tiempo, mi ilusión
colgando de mi cuello como un amuleto mágico,
ilusión que crece no se rompe ni con el calor de otro
cuerpo en tu cama, ni con los días que pasan sin más.

Allí iremos el tiempo y yo de la mano viendo como el
camino se retuerce a nuestros pies y nos engaña,
pero con la fe clavada en la mirada y el corazón palpitante
para darte tiempo a ver, total, yo espero.

jueves, 19 de agosto de 2010

A veces pienso que...

Si pudieramos repetir un poco
el abrazo aquel,
sería como devolverle algo de paz al viento.
Si te encontrara otra vez,
en la misma esquina que ayer
con la mirada abrazaría
lo que me quede de tiempo.
Y si pudiera renacer de mi locura temporal,
sería como retomar la historia desde el punto cruel
en que te vi partir sin más.

Si tan solo pudiera encontrar y rescatar
del olvido el beso que la noche más fría
nos regaló, si pudiera gritarle al destino
en la cara que se equivocó, que nada está dicho
y que el cuerpo está suspendido de una ilusión,
la noche sería mi amiga y no la condena que hoy llevo.

Si pudieramos dormir bajo la lluvia
para lavar del cuerpo lo que carga el alma,
si pudíesemos flotar libres por el aire azul
que nos envuelva con el aroma limpio de la mañana,
si pudiéramos repetir un poco el abrazo aquel.

Si pudiera dejar a tu lado mi convicción mi fe
y todos mis pecados,
iría liviano por el camino que la vida me preparó
hasta que los pies cansados de tanto vagar
me lleven hasta tu puerta, y si tuviera el valor de golpear,
y si pudiera volver a entrar, si pudiera....

Y si pudieramos repetir nada más que el abrazo aquel
que disipó las heridas de mi piel,
y con un beso regresar a la noche en que quedé
atravesado en el tiempo, pegado con el ser en mano
a tu cuerpo y a tus sueños.

martes, 17 de agosto de 2010

Algo de mi

Queda todavía algo de mi
y en mi naufragio te lo quiero llevar
desembarcar en tus costas y dejar huellas
en tu arena fresca.

Me queda algo todavía en los bolsillos
un grito que elevo al viento
un puñado de tierra para recordar de dónde vengo,
y el calor en el corazón como bandera.

Lanzado a la aventura de llegar,
quién sabe a dónde y en qué tiempo
naufrago con mi cuerpo como nave,
y con la luna vacía como única tripulación.

Costas infinitas e inaccesibles me rechazan,
arbustos espinosos defienden algunas fortalezas
habitadas por fantasmas nebulosos
de caras deformadas y almas demacradas, muertas.

Voy a llevarte esto qeu soy, esto que tengo,
los silencios, los humores devaluados,
un puñado de cuentas pendientes
el misterioso acto de quererte, el de morir, el de olvidarte.-

Ser

La existencia es tan liviana
tu precensia tan inadvertida
la mirada invisible escapa
de todas las redes del mar y se filtra
hasta lo más profundo de tus rincones.
Tu existencia es tan débil
tan etéreo, translúcido tu paso por el mundo
casi no te ven, casi no sos.
Tan endeble es el andamiaje que te sostiene
que no hay redes de seguridad que te contengan,
cuando la caída es tan inevitable
como el propio respirar.
Puedo sentir tu angustia y arrepentimiento
vibrando en el aire,
mi existencia es un rio revuelto y caótico,
es una explosión de recuerdos sucesivos que golpean
y acarician el tiempo que se me fue.
Mi existencia es aire que respiro y agua en mi barco,
soy la red, la caída y el andamiaje que no sostiene nada.

lunes, 16 de agosto de 2010

No soy lo que soy

Cierro mis ojos para ver lo que soy,
tapo el sol con un dedo
y me bebo el día de un solo trago,
para ser lo que jamás seré.

Atrapo un reflejo en el aire
y llevo mis pasos hacia adelante,
soy un dibujo en la pared
una mueca rabiosa del tiempo.

Y con los ojos cerrados voy,
para verme en realidad
sin la sombra que proyecta el sol
tapado por mi dedo, enmudecido.

Soy una especie de caricatura de mi,
un color deshilachado y confuso
soy una canción sin estribillo ni final
que resuena en un mar perdido.

Cierro mis ojos para ver,
cierro mis alas para no volar
me tomo el día de un trago para ver
que soy lo que ya no soy.

Distancia

Lejos del sol es más fácil viajar,
lejos de vos y de todo lo que me hace mal,
me voy por fuera de la línea para salvarme
y así poder andar.

Me alejo de las sombras del ayer,
de todas los colores que me vistieron
me alejo de los nombres que no quiero nombrar
y te dejo libre, a suerte y verdad.

Me voy lejos de tu búsqueda sin sentido,
de tu revancha y de tus risas llenas de mal
me voy por la ventana del olvido
para volvar hasta dónde quiera llegar.

Será que en la distancia podré entender?
Será que en la distancia podré creer?
doy un salto radical en mi fe
pero tomo distancia de todo tu ser.

Lejos de las noches sin hablar,
lejos de los sueños que un día quise soñar
hago mi camino hacia la libertad
abro mi destino, me voy en soledad.

Dejar a tiempo

Nunca es tarde para darse cuenta y parar,
para dejar de creerse lo que en realidad no se es
existe siempre al posibilidad de detenerse
y dejar de agachar la cabeza buscando guillotinas.

Puedo ahora dejar la fábula y entrar al mundo,
dejar de ver los colores con un cristal
y observar como los ojos, a veces, se desilusionan
estoy a tiempo de dejarlo todo atrás.

Sin importar las consecuencias desconocidas,
sin importar los dedos acusadores,
sin importar que todos los ojos del mundo
se posen en mi espalda como una condena.

Desde mi ventana veo asomarse otro día gris,
y el alma siente que es ahora,
es el instante oportuno, saber dejar a tiempo
el ser un personaje y vestirme de mi verdadero yo.

Ni tan bueno ni tan malo,
con los matices que el universo ha creado para mi,
dejo de buscar lo que no se, afuera
para entender que el adentro es lo que soy.

Y dejar de esperar milagros inexistentes,
para darle lugar a la verdadera vida,
con todos sus obstáculos y sueños rotos,
vida, mi vida, a la que hoy puedo abrazar.

Los dos silencios

Tengo mis labios apretados como una presa
que contiene un caudal incontenible de palabras,
sello mis labios par que no salgan
se ahoguen y finalmente mueran en mi interior.

Palbras, oraciones, frases,
que prefiero callar y llevarlos conmigo hasta el final
pues no estoy seguro del efecto y prefiero callar,
callar es morir, o vivir tal vez, un poco más.

Pero tengo también otro silencio
el que gritan con todo su ser mis ojos, mi cuerpo,
y que a ningún lado llegan
un silencio espectralmente absoluto.

El silencio de los pasos que he dado
el de las manos que buscan a tientas
silencio que envuelve y opaca mi mirada
que busca algo de complicidad.

Las palabras se ahogan en el remolino
y chocan contra mis dientes y mis labios,
allí acumulo cadáveres que desecharé luego
cuando por fin, todo esté en silencio.

Olvido selectivo

Sería egoísta seguir queriendo olvidar
no se puede abrir el alma como su fuera un arcón
y quitar simplemente los recuerdos no deseados,
de olvidar, se olvidaría todo.

A veces, cuando la soledad
se acuesta a mi lado en la fría cama,
el deseo de arrancar de mi pecho el pasado
se vuelve tentadoramente irresistible.

Pero cada momento es un eslabón unido a otro
cuyo principio y final desconocemos,
forjado con un material más resistente
que el propio acero, forjado en vida.

Si olvidara todo tal es mi deseo,
quitaría de mi mente el día que partí de mi casa,
pero olvidaría también la noche que te conocí
quitaría de mi boca la capacidad de sentir un beso.

Tal vez, si se me concediera el deseo,
de quitarte de una vez de mi historia,
ya no habría rastros de tu voz diciendo adiós,
pero tampoco resonaría ese primer, te amo.

Flores amarillas

Arranco de mi jardín escondido
un ramo de flores amarillas y un puñado
de ilusiones como lazo, para llevarte
cualquier noche de estas.

Flores que han crecido al calor
de mi paciente mirada,
flores que he estado esperando para llevarte
cualquier noche de estas.

Quisiera dejar mis flores en tu almohada
en el costado de tu cama vacía,
que conserva el espacio invisible
que dejó mi cuerpo tiempo atrás al marcharme.

Estas flores que hoy llevo hasta vos,
envueltas con el manto que cubre mi alma
flores amarillas para reinventar mi amor
o para dejarlas sobre mi tumba.

Para irme

Navegar con las velas altas pero sin rumbo,
con la balsa durmiendo en las aguas
mansas derramadas desde tus ojos
que me miran, me observan irme.

El destino incierto es aventura,
es abandonarse a la suerte y fluír
para llegar algún día a mi lugar,
aquel páramo en el que supe descansar.

Me dejo llevar en el viento
que acuna palabras dichas ayer,
y que hoy pueden sellar el adiós final,
palabras que me rozan el cuerpo levemente.

Tapando mis ojos para no ver
para intentar eludir lo que hoy me sucede
cuando la historia se arrastra a mis espaldas
como pesada sombra al sol.

Pero me voy con mi balsa liviana
por tus aguas aparentemente limpias,
que supieron albergar algunas noches a este cuerpo
que hoy me lleva, sin mi voluntad.

Dulces sueños

Se duerme de a poco, lentamente,
se va durmiendo y casi no nos damos cuenta
entra al mundo onírico dando pasos cortos
con la seguridad de hallarse en su lugar.

Dónde lo irreal es la cordura,
dónde los cuentos de hadas no tienen príncipes,
se va durmiendo nuestra conciencia
y allí, es probable que se encuentre con el olvido.

Tal vez sin buscar el camino
tropezndo apenas con las puertas de salida,
casi sin querer, a oscuras, en un día brillante
allí va la conciencia, a calmar su dolor.

Se duerme y es mejor así,
es como el remedio a un mal incurable,
que ha dañado tanto tiempo todos los sentidos,
es un dulce sueño de inconciencia.

Es tal vez el final de la soledad que golpea,
es el último suspiro de una vida agobiada
se duerme, dulcemente entra al mundo
al verdadero mundo, se duerme, nuestra conciencia.

Debajo

Se teje en el cielo una red azulada,
pinceladas blancas esparcidas al azar, salteadas
que van contando las piedras en el camino,
se reflejan en el cielo, los saltos de esta tierra.

Sombras en las que me quedo dormido,
debajo de ellas me refugio de las voces atronadoras
de las palabras que cruzan el aire limpio,
para darme un baño de cruel realidad.

Arboles sin hojas, sombras alargadas
que dibujan en el suelo un mapa para llegar
para partir de este hueco sin nombre que te llama
e insiste en no dejarme caer.

Debajo de un cielo entretejido de azules violáceos,
cuando detrás de unos ojos nuestros cae la tarde
me quedo inmóvil por un instante, pero no se detiene,
el universo sigue girando, nunca se detiene.

sábado, 14 de agosto de 2010

Comprender

Cuando entiendo el idioma
que hablan tus manos,
cuando dibujan esas palabras en mi espalda
nace un nuevo sol en mi cielo.

Cuando descubro el rumbo certero
de tu pisada, encuentro el sentido
a caminar hasta casi morir de sed
en cualquier desierto solitario.

En el momento en que escucho
lo que tus ojos silenciosos tienen para decirme
puedo abrazar con todo mi ser
la paz que me regala tu cuerpo.

Y allí, cuando la paz se hace carne
cuando los vacíos comienzan a llenarse
la soledad, derrotada,
huye de mi cuerpo blando.

En la cima de mis ilusiones
recibo como un regalo del universo
un reflejo tímido de tu mirada,
de esa mirada que llevaré por siempre en mi.

Mirada que junto a tu boca sonriente
sonla fuente de mi inspiración
el agua para mi cuerpo sediento,
el pan caliente para mi alma.

Promesas

Subiré tan alto com pueda
con mis alas heridas y sin más
que mi deseo de encontrarte
en mi vuelo peregrino.

Buscaré detrás de cada piedra
al costado del camino,
para descubrir si tu mirada
se quedó allí escondida.

Daré vueltas y vueltas
aunque me digan que no tiene sentido,
por tu casa, tal vez, alguna noche solitaria,
la puerta se me abra.

Y pensaré en aquellos momentos únicos
en los que pudimos evadirnos de la realidad
momentos en los que sin hablar
construímos diálogos irrepetibles.

Prometo dejar a un costado de la cama
mi armadura y el escudo, pero no la espada,
para pelear contra las sombras
para luchar con mi vida por tu amor.

Voy a caminar buscando viejas huellas
para descubrir nuevos caminos,
voy a tomarte de la mano otra vez
y nos iremos juntos por el universo.

Las cosas simples

A mi me gustan las cosas simples,
esas qeu no hacen ruido,
y suceden casi sin darme cuenta,
las cosas que pasan cuando sueño.

Me gusta amanecer a tu lado
que lo primero que pueda ver
es el alba en tus ojitos dormidos,
me gusta besarte cuando no lo esperás.

Cosas simples que suceden todo el tiempo,
me busta el aroma de un café
inundando mi cocina, me gusta el desayuno
silencioso que compartimos.

Me gusta irme, porque se que volveré
me gusta descubrir cada día un nuevo detalle
en tu piel, en tu cuerpo perfectamente tallado
para mi.

Cosas simples que a veces no observamos,
que están dando vueltas por nuestra vida
a cada momento, para hecharle mano cuando querramos,
cosas simples que amo.

Como tus manos tibias en las mias,
como esa sonrisa consagrada
por la gracia de todos los dioses del universo,
esa sonrisa...amo esa sonrisa.

Los aromas de tus ojos

Con los brazos abiertos
y mi rostro de cara al cielo
huelo los aromas que se dispersan
en el aire, y me envuelven cálidamente.

Aromas que brotan desde tus ojos
y colors de los más diversos
que hoy puedo abrazar,
despojado de los vestigios de la historia.

Casi que puedo alcanzar la red
que tejen las nubes en este grandioso cielo,
elevado por las ansias de tocar tu alma
vuelo hacia tu delicada transparencia.

Se cruzan las miradas cristalinas,
y se entrelazan en una danza infinita,
que nos llena el alma a los dos,
y le regalan una burla a la soledad.

Así, amor mio, abro mis brazos y te recibo,
te regalo lo poco que tengo,
la sangre de mis venas, un abrazo,
las palabras que flotan en mi mar.

Huelo los aromas que brotan de tus ojos,
abrazo tus colores,
y saboreo tus labios, cada vez,
que mi mente recuerda el primer beso.

domingo, 8 de agosto de 2010

Si pasara

Si pudiera salir a la noche para verte
en cada luz del cielo,
si pudiera reconocer el brillo de tantas miradas
y enlazar con el cordón de plata mi vida,
si pudiera encontrarte como un punto en el mar.

Si pudiera cantar cada mañana de cara al sol,
agradeciendo el alma que me acompaña
si pudiera superar las barreras que el pasado
le pone al presente, si pudiera caminar
sin las cadenas en los pies ni el peso en la espalda.

Si pudiera entender que el olvido
es propiedad del alma y no de la mente,
si pudiera verme al espejo de mi vida, reflejando
toda la luz guardada durante años
para iluminar nuevos senderos desconocidos hasta hoy.

Si pudiera volver a tomar esa mano,
la aferraría con la fuerza del alma, pero sin cadenas
con la libertad necesaria si un día quisieran partir,
si pudiera volver a conocerte,
cometería los mismos errores que hasta hoy
pero te amaría con la convicción de que ese corazón
es el indicado,
para gozar el amor, para sentir el sol, para volver a vivir.

Voy a buscarte

Ahora que he comprendido que el camino
sólo es una prueba,
y que el alma se templa al recorrerlo, pues,
al final siempre hay recompensa,
me largo a buscarte por dónde sea
que una sonrisa crezca entre el verde
o que un tibio haz de sol te toque.

Iré por allí y por acá, con los ojos abiertos
pero más con el corazón dispuesto a sentir
iré por dónde anduve, pero nunca he estado
desandaré caminos forjando nuevas huellas
barriendo de mi mente imágenes borrosas
de un pasado igualmente difuso
allí iré a buscarte, pero sin temor a encontrarte.

Pues sería como terminar de armar mi trama
colocar la última pieza de mi rompecabezas,
y que la figura sea tan sólo la imágen de esos ojos
que hoy vuelven a posarse en mi,
con la claridad y la calidez propias de una llama
que se enciende para calentar el invierno,
sería mi sombra bajo la cual descansar cada vez,
que el camino vuelva a agotarme,
si tuviera que volverte a buscar.

Amanece Amor

Cuando las primeras luces del día
viajan a través de esos ojos
los colores invaden mi mente
y transforman el simple respirar
en un milagro de difícil comprensión,
cuando esos ojos hablan
mi cuerpo se detiene y escucha.

Se derriten las horas de la tarde
cuando el sol cae detrás de tu mirada
y se desbordan los rios de mi imaginación
cuando recuerdo ese cuerpo blanco
casi transparente, ardoroso, tan mio
y tan lejano a la vez.

En el deso de recobrar esa boca,
mis labios urgidos de tu sabor
vuelan por tu rostro iluminado
buscando el momento oportuno para besarte,
rozar nuevamente tus labios dormidos
otra mañana como aquellas,
cuando las primeras luces del día
viajan a través de tus ojos, y te redescubro.

En la vida

Hay colore3s que se repiten
y eso está bien,
hay calor en los polos, hay cadenas que se rompen
hay miradas vacías y aromas en el viento,
hay amores que no se olvidan
hay dolores que sanan
hay heridas abiertas todavía
hay letras que se escriben y no se leen.

Hay olvidos forzados
hay lazos que se estrechan
hay abrazos que contienen y guían
hay corazones qeu dejamos en el camino
hay más luces que sombras
pero hay sombras que todavía danzan
hay sueños que se elevan en el inconciente
hay manos que extrañan.

Hay huecos que no se llenan con nada,
hay agua que no moja, hay cielo, hay paz,
hay pasos que se repiten
hay hojas en blanco y otras con poesías,
hay un corazón que late, hay sangre en las venas
hay un amor que nace y te envuelve
hay todavía un sueño por soñar.

Diminuto instante

Hay un instante en el que parece
que todo deja de girar de repente,
en el que se congelan las miradas
sobre el tiempo,
y el agua de la lluvia deja ver sus trazos,
un instante enel que todo parece suceder
para que algún pintor inmortalice la escena.

Ese instante en el que ya no tiene caso respirar,
porque el aire es tan duro que no entra en el cuerpo
aire de diversos colores reflejados en el cielo inmóvil
que pareciera el techo de mis ambiciones
hay un instante tan intenso que el mundo
se detiene para apreciarlo en toda su magnitud.

Existe en mi mente primero,
y se proyecta luego por mi alma presurosa
que escapa de la quietud que todo lo domina,
para derramarse como un rio de lava desbordando
las barreras y delineando nuevas orillas,
por mi cuerpo urgido de un abrazo, del roce mínimo.

Hay un momento en el que todo comienza,
en el que pareciera que el mundo muere y renace
instantáneamente, fruto de algún conjuro mágico
ese el momento de llenar el pecho de aire y gritar,
de sentir que la sangre hiriviendo derrite mis venas,
es el momento de lo sublime y lo absoluto,
hay un instante...y es cuando me miras.

Tesoro al descubierto

Caminando una tierra ajena a mis pies
con el pensamiento libre y las manos dispuestas
late mi sangre tibia en las venas dormidas,
cuando el tesoro queda descubierto.

Levanto el polvo que lo cubre
y allí está, como mirándome,
queriendo rescatar mi corazón agrio,
que hace tiempo se ha dado por vencido.

En ese lugar dónde la luz viaja lenta,
y va bañando todo con su amarillenta calidez,
allí, dónde mis manos aladas renancen
y el contorno de un cuerpo blando me conecta.

Encuentro el tesoro cuando había terminado de buscar,
cuando los interrogantes asediaban mi alma perdida,
y esos ojos me redimieron de todo tiempo anterior,
vibra un nuevo ritmo mi corazón renovado.

Renaciemiento total y absoluto del día,
brillante alba esta que me envuelve con el aroma
del rocío caído sobre el rosal de mi jardín
que se ha librado de sus espinas y al que puedo abrazar.

Tesoro que descubro esta mañana llena de luz
tus ojos que me hablan una lengua que entiendo,
mirada que no promete nada, pero que sueña
con un vuelo juntos, con otra mañana de sol.

domingo, 1 de agosto de 2010

Mi luz interior

Atraviesa mi corazón como una verdad proverbial,
con la claridad de las dudas despejadas
y la liviandad de haber dejado atrás las piedras
en un camino que he pasado y al que no volveré.

Estalla en mi pecho la libertad,
y se manifiesta en un haz de luz de colores que se rompe
y se proyecta en todas las direcciones posibles
hechando luz a los rincones oscuros de mi alma.

Libre y liviano como el viento invisible,
claro y sencillo como este agua que me baña
y me lava la sensación de culpa que me atormentaba,
el universo soy yo, y giro en torno a mi nueva luz.

Con tus manos como telón de fondo,
preparado para tomarte en mis brazos y partir
de la tierra hostil y oscura, listos para el viaje
que nos lleve hasta la libertad.

Anhelaba en todos mis sueños este día
en el que podamos fusionar nuestros cuerpos transparentes
y la luz nos envolviera en un abrazo fraternal y cálido
cuerpo que no buscaban más que ser.

Ser transportes de la vida que vive,
ser los pasos del camino que hay que desandar,
para transcurrir el dolor de la oscuridad y
llegar hasta la luz de tus ojos, hasta la eternidad

Síntomas

El cuerpo habla su propio idioma
y he tardado un tiempo en decifrarlo
me hablaba esa vez que te vi a los ojos
parada en el frío, cobijada por tus ilusiones.

Mientras los temblores se apoderaban de mi
y el viento me cortaba la cara en cuchillada
la más amplia sonrisa jamás vista por mi
me ofreció un manto protector para los sueños.

Unos cuantos pasos en silencio caminamos,
tomados apenas de las manos,
casi como si fuera un compromiso más,
mis manos sudorosas se escondían.

Protegí mis ojos del fulgor cegador de tu mirada
tan calma y arremolinada a la vez,
caminando una tierra extraña, mis pies trémulos
tropezaban con el temor de perderte algún día.

Ironías qeu nos juega el destino,
recién te veía, pero ya pensaba en el final
como presagiando qeu el sabor de aquel primer beso
lo guardaría en mi, por ser el beso final.

Preguntas

Puedo preguntarme ¿dónde me quedé?
pero sería mejor averiguar dónde estoy ahora,
podría preguntarme otra vez, ¿dónde te dejé?
aunque sin dudas primero debería saber si te tuve.
Vuelan las sospechas de la equivocación
se me hunden en la mente como los pies
en la arena blanda.
Corren por todos lados las dudas y misterios
sobre este final que veía venir
y sin embargo me golpeó desprevenido.
Sigo haciéndome preguntas inservibles
descubriendo curas para enfermedades que no existen,
puedo seguir aferrado al brillo de aquellos ojos
que me cautivaron y hoy se me han cerrado.
Sigo haciéndome preguntas para las que no tengo respuestas,
preguntas qeu no me quiero hacer,
pero también puedo enfrentar al destino
con los brazos abiertos para ver que pasa,
para oír que canción trae el viento en sus hojas,
y adivinar el dorado de otro otoño en unos ojos cualquiera.

Sombras, recuerdos y olvidos

Signos de su cansancio muestra mi piel,
y estos pies que arrastran la sombra
de unos ojos que ya no me miran,
y que son como mis condenas eternas.

Huellas tan profundas en un alma hueca,
sonidos que hacen eco en mi alma
que no mira por sus ojos,
ni respira el aire que nos fue dado.

Sigo arrastrando mis pies inertes
dibujando huellas difusas en el aire que no piso,
para perder el rastro de mi mismo,
y esconder estos pasos errantes que no saben a dónde van.

¿Cuánto habrá que pagarle al dueño de la memoria
par auqe nos permita olvidar?
¿Cuál es el precio qeu tienen esos recuerdos
encandenados al umbral de mi propia vida?

Si volar pudiera, lo haría ahora,
si sonreír recordara, te ofrecería el gesto,
si no amarte fuera posible, salvaría mi vida,
si olvidarte la meta, correría con todas mis fueras.

Cierta historia de amor

Me cuenta el tiempo una historia,
de la que fue protagonista involuntario
una historia de amor como tantas,
entre la luna y el cielo, entre todos los astros.

Me cuenta que cierta noche la luna
no brilló en el cielo poblado de estrellas
esa noche se había fugado, no con su amor
se había fugado en una aventura cruel.

El amor de la luna la esperó noche a noche,
sabía que había cometido errores
pero sabía también que la amaba y que todo se podía arreglar,
pero la luna no volvia, y el cielo de pronto enlutó.

Pensó su amor que quizás aparecería de día
para sorprenderlo y decirle que ahí estaba otra vez,
dispuesta a luchar noche a noche por ese amor...
pero nada pasaba, o si, el tiempo pasaba.

La luna se había marchado para siempre
las noches ya no eran las mismas, la ausencia
la oscuridad y las sombras le jugaban a su amor
crueles bromas, cada noche más insoportables.

Lloró el amor de la luna y lloró durente muchas noches,
noches vacías y desoladas, llenas de frío y ausencias
pero una noche no lloró más, y se preguntó, por que?
"gracias a mi", le dijo una voz, "gracias a mi, que soy el tiempo"

Luna alada

Mi caballo alado espera en la esquina,
para llevarme hasta la luna más clara
y dar una vuelta completa
robarle un pedazo y guardarlo bajo mi almohada.

En mi caballo alado vuelo libre,
por un cielo estrellado, lleno de miradas cómplices
y guiños alentadores,
vuelo por un cielo limpio y cristalino.

Esasta luna que hoy ha bajado,
y rueda por mi calle hasta mis sueños,
dónde guardo mi fe en el futuro
sueños dónde estamos en el mismo viaje.

Tantas luces cegadoras que se encienden
y un brillo espectral entre tanta luz
es que en tu ojos cristalinos puedo ver mi sonrisa
amplia y fresca como el manantial de tu boca.

Deseo recibirte esta noche en mis brazos,
y que podamos mirar otra vez esta luna,
que alguna vez fuera cómplice de nuestros besos
trasnochados y de nuestro delirio de amor.

Pequeños pasos

El camino es muy largo y sinuoso
las salidas pueden ser engañosas a los ojos,
siento como el miedo a lo desconocido
late en sintonía difernete a mi corazón.

Mientras pienso en llegar pronto a mi destino
veo cómo éste se corer y se aleja,
sólo dando pequeños pasos lograré llegar
a tu alma, y por fin descansar allí.

Sin la ambición desmedida podré llegar,
sin apurar el curso natural del tiempo,
dándole lugar a cada pequeño paso
y dusfrutando el paisaje del camino.

Estos pequeños pasos hoy,
serán las grandes huellas a seguir mañana
para no perderme a mitad de recorrido
y llegar a mi destino, a mi casa.

Para encontrar calor aún bajo la nieve,
y sentirme en paz conmigo y con el universo
pequeños pasos que me conduzcan hasta tus ojos
nuevamente a tus ojos, a mi mundo.

El alma vuela

Cuando redescubro aquel brillo olvidado
y los pasos son tan livianos que las huellas
se elvan por sobre mi y se van,
el alma vuela porque puedo oírte en el viento.

En el instante en que se cierran mis ojos,
y puedo ver aún en la oscuridad más absoluta
cuando mis manos adivinan esa sonrisa
tocando apenas tu rostro, el alma vuela.

Allí dónde el sol esconde su luz al mundo
detás de borrosas nubes cargadas de dudas,
pero dónde se extienden tus manos generosas
para sacarme de esa tormenta, en ese lugar, el alma vuela.

Vuela el alma como si fuera el viento mismo,
com si de pronto le salieran alas,
vuela el alma cuando recuerdo tu cuerpo
envolviéndome esa noche invernal.

Sólo un sueño podría ser mejor que esto,
un sueño dónde volemos libres de ataduras
dónde seamos capaces de perdonar y mirarnos otra vez
sólo en un sueño el alma también, podría volar.

Nada más que tu voz

Sonando delicadamente en el albor del día,
a vecs no tan dulcemente,
pero esa vos es mi seguro, el refugio
para mis ojos desesperanzados.

Caen las palabras unas tras otras sobre mi,
y me cubren como un manto celestial de piedad,
ante mis silencios prolongados y mis dudas,
que sólo logran alejarme de tu sonrisa.

Esa vos qu supo contener angustias impetuosas
y que hoy ya no resuena en mi eco,
nada más que oír tu voz desearía ahora
para saber que estás, para no sentir el frío.

Sentir en el viento las palabras acurrucadas,
en las hojas de los árboles como el milagro
de morir en la soledad del olvido
y renacer entre tus brazos tibios una mañana.

El deseo de oír tu vos es mi carne,
oírte nuevamente pronunciando mi nombre olvidado
sería el bálsamo capaz de reconciliarme con la vida
porque no tengo nada más hermoso que tu voz.

La quietud

Palabras inmóviles como piedras
al costado del camino que recorro,
palabras cubiertas de dudas lacerantes
que hurgan mis heridas un poco más.

Pesadas piedras estas palabras,
que el viento no mueve y se quedarán acá
quietas todas las letras de un nombre
que ya no puedo (ni debo) pronunciar.

Atardo, inmóvil, sereno y a la vez inquieto
por esta calma atronadora que me atrapa,
porque sin poder saltar las piedras no hay camino
y sin camino no hay pasos que seguir.

Pero me quedo a contemplar esta quietud,
estas piedras al costado,
que se me antojan celestes, como tus ojos,
y que no puedo dejar de mirar.

Divinia quietud esta que me atrapa,
vencido, me dejo caer de espaldas en la trampa
y cubro mi rostro con la tierra de tu jardín
que es recuerdo, pasado y, la quietud absoluta.

sábado, 31 de julio de 2010

Mirar hacia otro lado

Debo quebrar la línea del horizonte,
perfectamente dibujada ante mi incredulidad
debo mirar hacia otro lado,
dónde tus ojos ya no me duelan.

Debo develar el misterio que proponen
tus palabras incontenibles,
debo decifrar la clave de mis pasos vagabundos
para entender hacia dónde voy.

Debo dar de mi, más de lo que tengo
para espererar de los demás menos de lo que espero
debo acudir a mis manos temerosas
para no caer en el espejismo de tu cuerpo.

Debo saldar la deuda con mi destino,
que me llevó hacia dónde quería, pero escapé,
debo comprender que nada es lo que parece
incluso esta ausencia que hoy siento de mi.

Debo mirar hacia otro lado,
para ver si por algún capricho el sol sale sin que lo llamen,
par aver si sale por dónde no debe,
y alterar así todo orden natural.

Debo mirar para otro lado,
dejar que mis ojos dejen de posarse en ti,
para ver si así le gano la carrera al tiempo
y escapo definitivamente de mi pasado, y de mi.

Morirse un poco

Tierra bañada en sanbre,
que inmortaliza huellas perdidas
pasos que he dado en vano hasta tu puerta
pero rebotan en las paredes de mi laberinto.

Sangre que se ha ido de mi cuerpo,
y que hoy cae muerto en esta via,
rodeado de flores secas y mariposas sin alas,
que se posan sobre este cadáver.

No hay dolor qeu quepa en mi alma,
no hay ausencia que pueda seguir llorando,
si el corazón quebrado ya no te llama
es porque han muerto todas mis palabras.

No estoy muerto

Un roce liviano de tus manos,
pueden desatar una revolución en mi piel
que se abre plena para recibirte,
y para gozar el insignificante segundo.

Caigo por tus dedos sedosos,
y resbalo hasta llegar al filo de la locura
dónde mis ojos negros no dejan de mirarte
de llenarme de la paz de tu rostro.

Intentyo no caer en la trampa de la memoria
que me dice que allí estás
pero abrazo una sombra inexistente,
y me tomo de la mano del viento para no caer.

Fría locura que me toma por atrás
y me maniata para que no pueda despejar
estos fantasmas noctámbulos y burlones
que se ríen al ver mis sonrisa por algo que no está.

Sólo me salvaría trepar por tu espalda,
blanca, casi transparente
para llegar a econtrar en la noche,
un abrazo que confirme que no he muerto.

Llegar a algún lugar

Subo por las ramas del rosal más alto
bañándolo con la sangre de mis manos
y tiñendo de rojo oscuro las blancos pétalos,
de las rosas invisibles.

Llegar a la cima de este rosal,
implica dejar varios dolores en la subida,
que se incrustan en mi memoria
desatando una tormenta de angustiosa espera.

Arriba no encuentro la calma deseada,
las palmas ensangrentadas gotean mis dudas,
y caen sobre el tiempo que no está,
cortando el aire denso en su caída.

Voy surcando un mar embravecido
qeu intentará hundir esta balsa sin vela
perdida en el océano y sin destino
con la brújula rota y el viento en contra.

El deseo de llegar a algún lugar calma a este cuerpo
que tendido al sol se deja llevar,
mi cuerpo liviano que no se vuela y viaja
al destino que no quise llegar jamás.

Imperfecciones

Tu imperfecto misterio es mi gran duda,
este silencio abismal mi cruz,
la ausencia que hoy siento es la daga
que se clava inclemente en mi espalda.

Este dolor que ya no cabe en mi cuerpo
desborda las barreras de mis pensamientos
y se derrama por mis mejillas pálidas
dándole a mis labios la gota de amarga realidad.

Nadan mis brazos solos,
mientas mi cuerpo pesado cae en las profundidades
de mis propias miserias irresueltas,
dónde los demonios bailan su danza.

Quisiera decifrar esa mirada,
penetrar esos ojos duros, imprevisibles,
que me gritan un dolor mudo y agudo,
capaz de inundar mi alma desnuda.

Buscarte un lugar en este cuerpo vacío,
para que tengas tu refugio,
dándote mis manos para que te tomes
cada vez que la caída sea inminente.

Imperfecto dolor este que vive en mi,
que no es capaz ni siquiera de matarme,
ni de llevarme por los caminos polvorientos del olvido,
para quedarme allí y mirarte de lejos.

Recorriendo la vida (Saltando obstáculos)

Varios senderos abiertos,
en la entrada de cada uno, sus moradores,
los guardianes de los secretos enterrados me esperan,
el del camino fácil, del complicado, el de el corto y el otro.

Angeles y demoniios dominan las puertas de hierro
el miedo quiere asustarme con injurias si no lo atravieso,
la sabiduría me seduce,
la paz y el odio se disputan a muerte mi elección.

Voy caminando a veces sólo, otras de la mano
pero siempre buscando el camino de la verdad,
seguro de que allí, al final, estará el amor
enterrado en un cofre, esperando ser mi tesoro.

No es este precisamente el camino fácil, ni el más corto
debo saltar el rio de los rencores,
que bordea el poblado de la mentira, pero si paso,
llegaré a la cima de la montaña pasional.

Desde dónde la locura juega sus cartas,
y me ofrece una vista elevada y superior a esta,
que desde el llano no da perspectivas,
ty me confunde con sombras que no son, pero acechan.

A veces es un viaje cruel, la verdad no siempre es amable,
pero cuando irrumpe en un cielo negro y atiborrado
la claridad me ofrece una calma inusitada, redentora,
un camino más llano e iluminado.

Salto, sorteo, trepo pendientes
me agarro de lo uqe sea para no caer,
la vida y sus caminos me llaman a transitarlos
con coraje, fe y amor inacabado.

Sólo saltando obstáculos, el amor florece,
sólo sobreviviendo a las inclemencias, el alma goza
sólo creyendo en mis pies, el camino se acorta
sólo caminando, al amor, se llega.

martes, 20 de julio de 2010

Tempestades mínimas

Cinco gotas de mar
tres gramos de arena volando
por el viento que producen esos ojos
al abrir y cerrarse.

Es atronador el sonido del trueno
en forma de voz, que sólo te saluda
se mueve la tierra, pues alguien empezó
a caminar, el temblor ha llegado.

Tres lágrimas que desbordan mis ojos,
e inundan campo y ciudad, las palmas
de tu mano,
tres lágrimas y cinco gotas de mar.

Todo tiembla, vibra, se mueve,
se rompe para cambiar de forma y seguir
se adapta, se modifica como este corazón
que debe aprender la lección si no quiere morir.

Mercado

Vendo mis ojos poruqe no ven lo que quiero,
compro mirada que sea capaz de conmover,
vendo moanos que no acarician
compro espalda cargada de ellas, para volver a sentir.

Compro noche perfecta con aire tibio,
yt aroma de jazmines flotando por las calles
compro, o la cambio por un día ruidoso
con gente que se cruza y no se roza al pasar.

Busco máquina para viajar en el tiempo, pago muy bien,
para poder regresar al pasado y cometer los mismos errores
pues de cambiar, no podría ahora darme a la tarea
de rescatar tu corazón y afrontar esta conquista.

Te vendo si querés un par de pies que son saben a dónde ir,
para comprar unos que encuentren la huella,
y sigan un camino que conduzca a la verdad,
que rodee el rio manso y desemboque en la paz.

Quiero compar cosas que no cambien,
puedo pagar con cosas qeu no me sirven
estoy en los pasillos de un mercado qeu no vende
metido en las entrañas y a punto de salir.

Compro corazón que funcione y sienta,
para cambiarlo por el mio que está quebrado,
gastado y sin sangre en su interior,
vendo estas manos que no tienen a quien acariciar.

Un par de deseos

Susurrarte lo que siento a los oídos,
acariciar ese pelo brillantemente claro en mi almohada,
verte dormir a mi lado cada noche
amarte sin pensar en lo que ya pasó.

Sentirte dentro mio como antes,
que contengas mis lágrimas como siempre
pero llorar libremente cuando el alma lo pida,
para liberar las penas y apagar el dolor.

Caminar por una playa solitaria y en silencio,
entendernos con sólo mirarnos,
embriagarnos en un beso dulce y eterno
que sepulte el pasado y abra la puerta al presente.

Cerrar los ojos y sentirte siempre cerca,
alejarme y saberme siempre a tu lado
reir con la carcajada más fuerte que pueda,
para que explote el pecho de felicidad.

Acariciarte en silencio y dormida,
amarte con el alma y en silencio,
abrazarte sin los brazos hasta quedar fusionado
a tu cuerpo tibio, tan ausente, tan lejano.

Los escollos

Dicen que subiendo el cerro aquel,
encontraré com recompensa un amor real,
tan verdadero com oestas ganas de olvidarte
de quitarme de la mente tu sabor.

De quitarme del alma, lo que no te puedo dar
los fracasos que obtuve, y mi vagar sin sentido
por todos los bares de Buenos Aires para escribirte,
aunque nunca me vayas a leer.

Me cuentan que si logro cruzar este rio bravo,
al otro lado de la orilla encontraré la olla
que al final del arco iris, estará llena
de ilusiones renovadas y ganas de vivir.

Me susurra al oído el viento,
que luego de soportar este frio que cae en mi alma
la primavera finalmente florecerá dorada,
estallando mi pecho de aromas diversos.

Son escollos qeu el corazón debe ir saltando,
contener los rios desbordados que inundan mi alma
y ofrecerle la calma necesaria a los sueños,
para que floten libres y se concreten.

Dicen que subiendo el cerro aquel
que cruzando a la otra orilla de este rio,
y que si escucho las palabras que me dice el viento,
podré recuperar las ganas de creer en tu amor.

Choque cabeza corazón

Pienso pero no existo luego, ni soy
pienso en lo que debería hacer
pero tengo bailando en el corazón
los momentos en qeu nos vimos esas primeras veces.

Quizás el antídoto para este amor sea odiarte,
pero mi cuerpo se inmuniza y rechaza esa sensación,
quisiera alejarte de mi, desterrar lo sucedido
pero es mi corazón que te reclama, no yo.

Pienso que los motivos para eludirte me sobran,
quizás qeu estés escribiendo con otras manos
sea el más fuerte, pero ni así puedo explicarle
a este corazón sangrante qu te olvide.

Supongo que te amaré más allá del tiempo
de mi propia existencia física,
pasando los límites de la racionalidad
y rebajando mi dignidad incluso.

Pienso en odiarte tanto como me sea posible,
pero es esta situación el interruptor que encienden
mis emociones y bloquean esas ganas,
no podré odiarte, olvidarte y volver a tenerte.

Vaya contradicción se desata en mi fragilidad corporal,
tremenda encrucijada en la que no quisiera ganadores
pues no quiero amarte,
pero tampoco olvidarte como me gustaría.

En el mismo lugar

Avanzo algunos pasos
y retrocedo en la misma proporción
como si la inmovilidad fuera mi esencia
mi forma de actuar por estos días.

Errante caminar, sinuoso sobre piedras
de mi propia conciencia que reflexiona,
te piensa, te nombra y no se calla,
ni ante la ausencia, ni ante las voces huecas.

Cuanto frío hace hoy en esta ciudad,
cuantos ruidos mudos aturden mis oídos
que intentan escuchar tu voz y no lo consiguen,
oídos lastimados por los ruidos de tu goce.

Ausencia mortal la tuya,
ausencia fatal la de tus manos sobre mi,
manos que aún siento sobre esta piel seca
que ansía tus caricias de manantial.

Avanzo algunos pasos hacia adelante
pero vuelvo al punto de partida,
vuelvo al inicio, al día de tu adiós
al momento exacto en que te fuiste.

El tiempo

Fluye, se escurre, se va,
no se detiene, sigue su curso
a veces caprichoso, inentendible
pero allí se va, y hay que dejarlo ir.

Esperar, sentarse y esperar
que nos corra por la espalda con su frío
y paralice nuestras extremidades,
que corra y haga su trabajo.

No se detiene nunca y jamás vuelve,
el día y la noche pueden ser eternos
pero también asombrosamente efímeros,
sólo es cuenstión de estar acompañado o en soledad.

Verlo irse lento o deprisa, pero verlo irse al fin,
es agua y arena entre los dedos,
es el sol tapado con la palma de la mano
así de pequeño, inmensamente grande.

Tiempo que no tenemos, pero nos sobra,
tiempo de sufrir pérdidas,
pero tiempo también de contar de a dos,
tiempo que no tengo y que ha muerto.

Entre el polvo levantado por mis pasos
de caminar cancino y acongojado,
tiempo de mirarte de lejos, como te vas
con mi alma, y con el tiempo.

lunes, 19 de julio de 2010

Ilusiones, creencias

Sentí una palabra moverse en el viento,
y me ilusioné que era tu boca pronunciando
mi nombre en un susurro casi imperceptible,
pero no eran más que voces lejanas sin embargo.

Adiviné una sombra escondida en la penumbra,
y me esforcé por decifrar esa silueta,
creyendo que eras vos que volvías,
pero no era más que el fantasma del pasado.

Lavé mi cara en agua fría,
pensando que el sueño me hacía ver "cosas",
que el cansancio de tantas noches en vela
me provocaba ilusiones y no certezas.

El frío castigó mi cara que se contrajo,
en una expresión dolorosa,
como si no fuera agua la que me tocaba
sino pequeños fragmentos de un sueño roto.

Y me pasé la vida creyendo ver y oír,
se me fue el tiempo de ser, creyendo,
lastimé más mi cuerpo agrietado,
apretando los puños y llorando esta ausencia.

sábado, 17 de julio de 2010

El perdón

Volver atrás es imposible,
volver resulta un camino espinoso,
es volver a sentir los dolores pasados
para llevarlos nuevamente en la carne.

Volver atrás desde este punto móvil
es quitarle al cuerpo la dignidad ganada,
sería bajar al infierno de los deseos
cuando tu carne fue incendiada por otra chispa.

Las páginas de mis libros me hablan
idiomas queno comprendo,
que intentan explicarme el sentido del tiempo,
¿Cómo obtener perdón si no puedo perdoname?

Allí se dirije mi mente detenida,
al lugar al que se fugó hace tiempo,
junto a mi alma vacilante y mis sueños desarmados
allí voy, con la incandecencia de mi corazón.

Mientras este sol de invierno me quema,
y la noche me ilumina como nunca,
con su oscura claridad siniestra,
que me muestra tu sombra, y la suya.

Laberinto

El laberinto tiene múltiples entradas,
y caminos posibles, pero las salidas
están selladas a la vista,
no hay aparente salida a los ojos.

Voy gastando los pasos en salidas vanas,
estoy en el centro de mi mismo
ylas caminos cruzados trazan mi cuerpo
con espejismos que eclipsan mis ojos.

Las huellas que voy dejando
se borran en la arena del destino,
con los vientos que soplan desde ayer,
y que no han cesado hasta hoy.

Luces parpadeantes de colores,
enceguecen mis ojos caídos con ilusiones,
que se desomoronan como castillos de cartas
armandos sobre la invisible línea de la conciencia.

Busco la salida que se me va negando,
al encierro que siente mi corazón y mi cuerpo
los pasos rebotan a mi alrededor
palabras que soy incapaz de escuchar.

Este laberinto acuoso al que me someten tus ojos,
reflejan espejismos irreales que me confunden,
que alteran la paz de este silencio total,
que provoca la ausencia de tu voz.

Borrador de recuerdos

Cuando los ojos ven lo uqe el alma no quiere
las imágenes adhesivas se pegan fuertemente
a las paredes del corazón devastado,
cuando los ojos ven, el alma siente.

Se presenta en vivo la realidad y me sacude,
me deja en estado crítico y paralizado,
aquellas imágenes no se van a ir,
viajarán conmigo por todos los caminos posibles.

Aún cerrando los ojos,
aún evandiendo a la conciencia,
aún generando mis imágenes para correrlas
allí estarán durmiendo por siempre en mis penas.

Y tu risa en otra risa me duele,
tu cuerpo abierto a otro cuerpo lastima,
esa boca tuya eligiendo otro nombre,
lacera un poco más lo que sentía.

Cuando mis ojos te ven, aún sin quererlo
las maldtitas imágenes aparecen a granel,
mi cabeza estalla en todas direcciónes
pero la imágen se quedará en mi, dormida y cruel.

Pesada niebla

Intento elevar mis narices
por encima de esta densa niebla que me envuelve,
bruma oscura con aromas revanchistas
que penetran en mi cuerpo hasta paralizarlo.

Hago el esfuerzo para intentar ver un poco,
pues he estado ciego mucho tiempo,
y las cosas han sucedido sin que las vea
aunque pude sentirlas muy hondo en mi.

Arden los ojos de estar tan cerrados,
la niebla no es otra cosa que los hechos
que se quedaron para que los vea,
hechos inmóviles qeu provocan este dolor.

El sol no la penetra, el viento no la disipa,
respiro este humo y se me queda adentro
recorre mis entrañas con su veneno letal
y mata lo que aún podía sentir.

Muerto el cuerpo, vacía el alma,
desnudas las manos frías, descalzos los pies,
pedregoso el camino que emprendo,
lejano el destino que intento alcanzar.

Explicación

¿Cómo le dice la mente al corazón
que esto se ha terminado?
¿Cómo explica la razón, que tu cuerpo
yano tiene mis manos, sino otras que te tocan?

¿Como le digo a mis sentimientos,
que los tuyos por mi han muerto en manos
de alguien a quien no le importás,
que sólo quiere tu cuerpo?

¿Cómo encuentro el camino de regreso
si mis pies están encadenados a una sombra lejana,
y el tiempo es tan sólo imágenes nuestras
y figuras que se retuercen detrás de mi?

¿Cómo vuelvo a sentir,
si siento que todo dentro mi ha muerto
si saberte en la cama burlándote de nuestra
historia y de mi, destroza mi cielo?

¿Cómo aparto tu imágen de cada cosa que veo,
desde el día que ya no me pertece,
hasta las dudas que se insertan en mi piel
como agujas maliciosas de conciencia plena?

¿Cómo hago para dejar de quererte si no quiero,
cómo le explico a mi alma que te fuiste y no volverás,
que tu sol no brilla más por mi,
ni por lo que fuimos, y no seremos más?

domingo, 11 de julio de 2010

Me llevo una noche

Voy a secuestrar una noche
para guardala en mi bolsillo y llevarla
siempre conmigo, para contar estrellas
cada vez que el agobio de la soledad me ataque.

Me llevaré una noche siempre en las espaldas
y poder encontrar la calma al dormir,
si es noche de primavera, y el calor de tus piernas
si es la noche de algún invierno atrás.

Me la guardo y me la llevo conmigo,
para esos días difíciles, dónde los recuerdos
asaltan y le ganan la pulseada a la realidad
para esos momentos enlos que entiendo que no estás.

Voy a secuestrar una noche de éstas,
para acunarte un rato largo y cantarte alguna canción
que se lleve lejos tu llanto chiquitito,
para que te duermas en mi pecho,con mi calor.

Voy a llevarme una noche en la que esté sólo,
para ver si te puedo encontrar,
secuestraré una noche de éstas para que viva en mi
el eterno ritual de amar.

Y enlazarte la luna y que sea tu cuna,
llevarme una noche tan silenciosa como esta paz,
una noche en la que tus ojos sean mis ojos,
mis fogatas, mis guias y mi mar.

Encontrare

Miradas que se cruzan en el vacío
en el bullicio de otra noche apurada en la ciudad,
miradas que se topan unas con otras, que no se miran
que están un rato y se van.

Almas tan livianas y sin pasado
van flotando bajo otro cielo gris encapotado
se han librado del peso de la historia y vuelan libres
hasta encontrar algún claro dónde descender.

Las voces confundidas se hablan y no se dicen,
se gritan y se cuestionan algunas, rien muy fuerte otras,
en la noche libre, entre alcoholes que dan vueltas
y embriagan a lso corazones abandonados.

Aquí estoy parado en medio de este ordenado caos,
tratando de encontrar un brillo en alguna voz,
un rasgo identificatorio, que sea diferente a todas
que pueda extirpar de una vez este dolor.

Entre el humo de las estrellas que se queman,
y los amores rápidos que como llegan se van,
en medio de toda esta prisas oportunista
mi corazón se duerme, porque no quiere mirar.

Por las voces por fin callaron, y la agitación cesó,
me quedé finalmente con mi alma en las manos
con toda mi transparencia para que me veas,
vos que estás allí parada mirandome hace rato, mirándome con amor.

Balance

Puedo decir que no me ha quedado nada,
sin embargo tantas cosas todavía tengo
que el juego de la balanza es una duda
un misterio difícil de develar.

Al hueco que ha quedado le puse nombre,
y guardo conversaciones pasadas,
y al destello de tus ojos los veo cada mañana
al mirarme en el espejo, pues se negó a marchar.

Me quedé con miles de frases revoloteando por mi casa,
pero se han ido el ruido, la risa y me quedó el llanto
y con esas lágrimas lavo mis manos y mi culpa
aunque no alcance, aunque quede mucho por hacer.

Puedo ver todo de dos maneras,
no me ha quedado nada desde tu partida,
también puedo ver que me quedé con algo más que tu ausencia
me quedé con los temblores de tu cuerpo después del amor.

Me quedé entre las manos con algunas dudas,
pero también con al certeza de que el amor ha pasado
dejó su huella, marcó mi destino y se marchó
tal vez no era ésta su casa, pero no dudo que pasó.

Me quedé con angustias y llantos trasonchados,
me quedé con la garganta anudada y hecho trizas el corazón
me quedé con las manos vacías,
o llenas de recuerdos, y de vos.

Los aromas de tus colores

Sin apurarse, el amanecer en tus ojos grises,
va despertanto al nuevo día,
e inunda mis sentidos con aromas diversos
que fusiona la noche con las primeras luces.

Me tocan la piel desnuda suavemente,
los colores que reflejan tus ojos entreabiertos
dibujan algunas sombras que todavía bailan
la danza que nos quedó grabada.

Huelo el café recién molido y la leche tibia,
percibo en el aire el sutil aroma del amor
recientemente consumado, y cómo finas gotas de lluvia
se evaporan en mi espalda ardorosa, las cosas que nos dijimos.

Tan blanca es tu piel, como el papel en el que
te escribo estos versos, que mis ojos negros
de tanto admirarte parecen dejarte una marca,
sombras de las caricias perennes, inamovibles.

Recorriendo los rincones de tu cuerpo tendido,
siento el perfume que flota alrededor de tu piel
pero no te toca, aromas que me llevan de viaje al pasado
aromas de la noche invernal y su conjuro de estrellas.

No puedo imaginar otro amancer igual a este,
siento que tu presencia se evarporará como tu perfume
como el grisáceo magistral que tienen tus ojos
se apagará con el sol...quien sabe hasta cuando.

Carta

¿Cómo estás, tanto tiempo?
simplemente quiero saber cómo estás,
no para acudir en tu ayuda, ya lo hice
mucho tiempo y no funcionó.
¿Soy cruel por no salir a ayudarte?
tal vez, pero he guardado el traje de súper héroe protector
y lamentablemente, me calzé la ropa de mi propio protector.
¿Egoísta?, si tal vez, en este tiempo alejados
aprendí a preservarme yo.
¿Acaso corriendo en tu ayuda pudiste ver
en realidad lo que te amo, acutando de esa forma evité
que cayeras en unos brazos cualquiera por tu desesperación,
es que fuiste capaz de ver que era completamente desisteresada
mi ayuda? No, entonces me preocupo por mi.
Por recuperar el tiempo perdido,
por encontrar un alma que sea digna de mi,
y me acepte y comprenda con errores y aciertos,
un alma que no use el desprecio como arma favorita,
para darme un tiro en el medio del pecho a mi amor.
¿Cómo estás, sólo quiero saber como estás?
Y convencerme qu siendo así sólo encontrarás dolor,
que acutando de esta forma te volverán a usar,
y volverás con tu arrepentimiento en las manos a pedir perdón,
pero no estaré ahí, habrá viajado lejos de este dolor,
a encontrar mi destino, pero bien lejos de vos.

Memoria sin dolor

Abro mis brazos para recibirte,
ya no hay tiempo para negar lo que pasó,
puedo estrechar la mano de mi historia
para hacerme amigo, incluso de este dolor.

Recordar hoy no implica llorar el pasado,
la memoria no es un ardor insoportable en el pecho
sino la tibieza de un recuerdo que fue,
que quizás vuelva a ser, o no.

Pero las imágenes son como gotas de lluvia,
que cae por mi cuerpo y me refescan,
gotas que no estallan contre mi cristal, que se deslizan
hasta llegar a mis pies descalzos.

Te veo parada en la misma noche aquella,
siento en mi sueño el frio que sentimos los dos,
suelto algunas palabras temerosas e incomprensibles
pero no estas vos, estamos el recuerdo y yo.

Salgo, camino, me detengo y vuelvo a empezar,
volar es un regalo divino y mísitico,
despliego entonces mis alas y me voy, a econtrarme
con el presente, para averiguar quien soy yo.