Adelante, sean bienvenidos

Bienvenidos a mi mundo, al refugio de mis ideas, al lugar donde puedo sin ningún temor expresar lo que siento y lo que me pasa "en tiempo real". Realmente es toda una experiencia y quiero compartirla con quien quiera leer.

domingo, 16 de enero de 2011

Inconcluso

Quiero invitarte a mi mundo imperfecto,
quiero cantarte una canción sin estribillo
contarte una historia que tiene un final
que no hubieras deseado.

Quiero que seas parte de mi universo incompleto
mostrarte una galaxia sin estrellas ni sol,
que duermas un rato en la noche sin sueños
para qeu al despertar, no puedas recordar.

Sentirte caminar por dónde no hay caminos,
tomar el agua que no quita la sed
quiero invitarte a mi mundo roto y sin eje
que gira para cualquier lado y nos da igual.

Quiero que vengas cuando no te llame,
y que me hables cuando acudo a mi soledad,
quiero que veas con los ojos cerrados
para que entiendas lo que es no poder mirar.

Quiero que derribemos juntos estos muros
que nos hundamos en el barro de la incredulidad
que prometamos lo que no podamos cumplir
y que así y todo, tengamos ganas de estar.

Vagando en el cosmos de lo incierto,
con un puñado de pasos por desperdiciar
yendo sin rumbo y sin velas en el mar
y que el olvido, no nos pueda ganar.

domingo, 9 de enero de 2011

Darme cuenta

Cuando deje de contar el tiempo que falta,
cuando la sangre se hiele en las venas
y deje de golper alboratada en todo el cuepo,
cuando no necesite ver gotear la luna
en una noche clara, azul, perfecta.
Cuando pueda abrir los ojos y no perderme con el brillo,
cuando pueda ver las sombras sin preguntar de quien es,
cuando ya no necesite repetir un nombre
para darme cuenta que todavía puedo hablar.
Cuando no escriba sobre historias y recuerdos,
cuando pueda escuchar las canciones que escuchaba,
cuando el fuego vaya menguando y la hoguera
haya quemado parte de lo vivido.
Cuando el mar sea sólo mar y no inmensidad apabullante,
cuando las noches sean sólo noches y ahogo en el alma
cuando las ganas y el deseo sean sensaciones archivadas,
cuando las palabras ya no quieran salir.
Cuando el pecho se libere de la carga,
cuando pueda caminar sólo por un camino espinoso,
cuando la belleza sea la que quiera ver.
Cuando el sol deje de quemar mi cabeza,
cuando la brisa no sea más que bálsamo a la piel ardida,
cuando el hastío de los días perdidos no sea la cruz,
cuando deje de mirarte y morir por tocar tus labios,
cuando pueda esto, sabré que he dejado de amarte.

domingo, 2 de enero de 2011

Cuerpos paralelos

En un momento inesperado,
impensado a la hora de planificar futuros
y de trazar senderos ideales,
cuando parecía que la conspiración universal
por fin iba a suceder,
y nuestros cuerpos llegaron a la separación mínima,
cuando el conjuro funcionaba y los designios se cumplían...
el remolino fugaz y avasallante puso final a la alquimia.
Sin desesperarme, contemplé el cielo durante días,
tal vez esperaba que la magia vuelva,
que nos tome a los dos en nuestros lugares
y que con un lazo de viento nos una.
Tal vez esperaba que ese mismo remolino
girara en sentido inverso y que, cómplice del tiempo,
retrocediera los días hata el instante en que casi nos tocamos,
tal vez, sólo esperaba.
La historia fluye y marca mi piel con desatinos y aciertos,
con al boca reseca he intentado beber de ti,
con los pies desgastados por desandar caminos incorrectos
intento seguir la última ruta,
despojándome de los atavios que retrasan mi marcha,
quitándome de encima los recuerdos borrosos e hirientes,
bordeando las piedas que se empecinan en torcer mi rumbo,
tal vez así encuentre tu cuerpo,
tal vez...sólo tal vez.

Rabioso Amor

Abre su boca y una incontenible espuma rabiosa
chorrea pr la comisura de sus labios,
mancha sus dientes y el odio tiñe sus palabras
que salen todas juntas se agolpan y chocan
contra su paladar agrietado.

Palabras que salen en alud espumoso,
y no la dejan ver ni oír más que sus propias razones
mientras el brillo que supo ser gloria en sus ojos
ensombrece la mueca que le ha quedado por rostro.

Sus piernas, sensibles a todo tacto
se abren ante el mínimo roce oportunista, y a sabiendas
del vacío que vendrá se deja llevar,
¿acaso un minuto de goce superfluo no vale la pena?

Rompe contra el cristal algunas cartas
y fotos viejas que todavía quedaban allí,
como si el recuerdo se pudiera lavar como ropa sucia,
o tal vez lanzando un grito al viento.

Ama de las noches sombrías y desesperantes,
busca a tientas una orilla a dónde llegar,
dueña del odio más penetrante y agudo, me hace preguntar...
¿si tanto odia es que ha sabido amar?

Y la traición no se paga con otra,
y el amor no está detrás de cualquier flor...
traga su espuma rabiosa y se envenena,
se va muriendo, pero ni cuenta se da.

A destiempo

Tanto tiempo te busqué
sin querer encontrarte,
tantas noches me adentré al sueño
profundo y devorador,
recreando un momento que finalmente fue.
Era el temor premonitorio del final,
y las fauces abiertas y oscuras de cada noche solitaria
que apremiaban mis pensamientos
lo que me hacía no desearte con el alma.
Un mismo camino bifurcado en un punto inequívoco,
la bisagra de una puerta que se abrió muy poco me invitó a pasar
contra mis fuerzas, y se me cerró tan pronto
que casi no puede darme cuenta de cuando.
Nunca supe si me buscaste, si me soñaste alguna vez,
pero como el rayo aparecí para cambiarlo todo,
para trastocar tu mundo que dormía a la sombra de una historia tortuosa,
creí ser salvavidas, pero fuí fugaz, necesidad saciada y sólo eso,
pero quizás sean sólo mi corazón y cabeza partidos que así lo ven.
Cuando no hay sueño con firme vocación,
las imágenes se degradan lentamene y desaparecen,
cuando no hay deseo arraigado,
los cuerpos se despegan y la grieta entre ellos se agiganta,
se convierte en un salto imposible y monstruoso,.
No quise encontrarte, no quizás en ese tiempo,
no quise ser lo que fui, menos de lo que se espera.
Sin embargo quiero cruzar los dedos, llamar a mi suerte
guiñarle un ojo al destino y golpear tu puerta,
tal vez todavía se acallen las voces de tu casa,
quizás sólo el sonido del silencio habite solitario,
y quien sabe, un poco más feliz.

Pacto

Las promesas que te hice se deshacen bajo mis pies,
se quiebran como hojas secas
y el espantoso ruido que hacen es el lamento oscuro
de un final, de un atardecer que inunda un cielo moribundo,
un día cualquiera en mi existir.

Promesas que rompí bajo el encanto cegador
del fruto prohibido, un pacto que se desmorona
como una pequeña montaña de arena, que, más temprano que tarde,
se hundirá en el mar.

Las pisadas crujen, los gritos aumentan,
son aquellas cosas que prometí en mi nombre y en el tiempo
y que fundí bajo el abrasador calor de un cuento
que tenía un previsible final, y sin embargo,
no me atreví a dejar de contar.

Quedan los ecos dispersos de unos pasos,
rebotando en las paredes,
y cuando acaban, un silencio siniestro se posa sobre mis hombros,
y me hunde,
en un espectral manto mudo que esconde mis huellas.

Quiero verte, quiero recordar el contorno de tus labios,
reflejarme por última vez en el brilloso fulgor de tus ojos
y morir ahogado en tu risa desenfrenada,
quiero vivir un poco más, para no prometerte nada,
para no desbaratar el pacto, para morir en tus brazos cada noche,
y revivir entre tus piernas, cada día.

sábado, 1 de enero de 2011

Las Siete puertas

Siete puertas al pie de siete caminos
todas dentro del cono brillante de luz
que la luna derretida esta noche
ofrece como espectáculo sin igual
a los ojos más incrédulos, a las almas más duras.

Siete puertas y un destino, sólo un destino,
marcado y escrito con el polvo del paso del tiempo
inmortal y perpetuo, destino ineludible
qu se fija a tus ojos y adivina tus movimientos.

Se iluminan uno a uno, mientras amenaza la sombra entristecida
de los días que no dejan nada,
se adivinan bajo tierra las amargas raíces de la soledad,
pero cada raíz tiene su árbol, su fruto y su flor,
para embellecer el camino que al descubrirlo nos hará libres,
y nos hará perder un poco la razón.

Deseo abrir cada puerta pero cuento con sólo una llave,
una llave que abre cualquier puerta,
mientras la duda me asalta haciendo tambalear mi paso,
la fe en mi destino me fortalece para no caer,
y vuelver a decifrar una mirada que alimente un alma de ramas
secas y frágiles.

Siento mi pulso volar, flotar por el desconcierto,
siento mis pies hablar con el camino,
el fluír de mis pasos que anhelan el reencuentro, late
como las alas de mis pensamientos,
siete puertas, siete caminos y un destino sin dolor.

Aire cargado.

Justo cuando la fe mella la razón
y lo que es se cubre con un manto de incógnitas,
cuando se agiganta el deseo y arde la llama
la cornisa deja de desgranarse
y el temor de caer se disipa.

Pareciera que sólo queda un haz de sol
para entibiar una tarde desolada,
que en el último trozo de luz viajara la chance de ser,
o de volver, que puede ser lo mismo.
Per los momentos que quiero están arraigados
ocultos por el destino final que le da el tiempo,
y sin embarbo visibles y latentes como relámpagos
memoriosos en busca de justicia.

No queda tiempo para dar marcha atrás
no quedan ojos abiertos al olvido, no queda más.
En la quietud pavorosa de los días, calcados unos a otros,
el polvo dibuja huellas sobre las huellas,
tapa pisadas con nuevos trazos caprichosos
buscando formas diferentes en un mar terroso.

Queman las sombras
se derrite la noche y se fugan los cuerpos presurosos,
hay un ardor intenso, encendiendo el aire,
y la sensación de inminente explosión,
tal vez con el más mínimo roce de los labios,
tal vez con sólo mirarnos otra vez, como antes,
mirarnos sinceramente, una vez más.

Verdugo y juez

Así espero, agazapado detás de la noche,
soy testigo del silencio
y cómplice de mi soledad,
soy mi visión más difusa en el espejo.

Soy mi juez sin sentencia
y mi verdugo sin horca,
soy las palabras que no dije a tiempo
y hoy gotean mojando mis manos.

Mientras busco un nuevo sendero,
recorro y repaso en mi cabeza el viejo camino
aquel que me condujo a la nada,
pero me mostró todo al mismo tiempo.

Queda una cuesta por subir,
tal vez la última antes de llegar,
soteando mi propia sombra escalo sin mirar atrás
lo que dejé, lo que me dejó.

Queda una cuesta por subir
y las piernas tiemblan a cada paso,
mis ojos cerrados se niegan a ver
el último sol, el último ocaso.

Paz

Llega, se siente, se hace notar
la miro y me sonríe
la toco y me abraza,
con un guiño le doy la bienvenida
a mi mundo, a mi cotidiano transcurrir
y le pongo fin al rio revuelto.

Está presente, la huelo, respiro todo su olor
me transporta como un fantasma azul,
y la sensación de volar me envuelve,
paradójicamente, exita mis sentidos,
la alcanzo con la punta de los dedos
y compruebo finalmente que existe.

Es silencio y es agua golpeando las piedras,
es silencio y es el golpear de unas alas entre si,
es siliencio hermoso silencio teñido con el zumbido
de la nada, de la quietud extrema.

Ahora el cuerpo cae de espaldas y no golpea,
es una caída lenta y predecible
es la posición para contemplar un cielo detenido,
para ver la tranasparencia que hay en esa mirada
para sentirte dentro mio, sin culpa, sin tiempo,
sin pasos innecesarios y estériles,
para besarte sinceramente en los labios acuosos
para decir tu nombre, tu eterno nombre, paz.

Simpleza Absoluta

¿Cómo conseguir otra vez una sonrisa?
me bastaría esto para saberme vivo.
¿Cómo podría fundirme en tu cuerpo?
Sólo eso nececisto para sentirte viva.

Un gesto que me indique que tu búsqueda infructuosa
se termina en mis ojos,
y en un silencio que se prolongue más allá
de la noche templada.

Simples cosas que desbordan mi alma,
cuando el vacío apremia
simples cosas qeu detengan el universo
para poer mirarnos y reconocernos.

Pero nada de esto alcanza,
nada sucede cuando el hechizo se rompe,
cuadno el sol estalla en mi ventana
y desintegra el sueño nocturno de las cosas simples.