Adelante, sean bienvenidos

Bienvenidos a mi mundo, al refugio de mis ideas, al lugar donde puedo sin ningún temor expresar lo que siento y lo que me pasa "en tiempo real". Realmente es toda una experiencia y quiero compartirla con quien quiera leer.

sábado, 28 de agosto de 2010

Te amaré

Voy a amarte ma´s allá de la comprensión
después de los rios y los bosques,
voy a amarte después del fuego que quema
el día pasado, voy a amarte sin más.
Voy a amarte aún en tu ausencia,
sin tus manos y sin tu mar,
voy a amarte hasta que tenga vida
y aún cuando muera voy a amarte más.
Voy a amarte a pesar de tus ojos en otros ojos,
cuando tu alma se vaya
voy a amarte incluso cuando tu amor
tenga otro nombre.
Voy a amarte porque no se hacer otra cosa,
voy a amarte aunque aunque la vida sea un NO,
lo haré con las espinas de tu rosal clavadas
en mis manos, voy a amarte después del mar.
Cuando esté en otros brazos voy a amarte,
cuando el tiempo pase y esté en otro sendero
voy a amarte porque mi corazón tiene dueña y sueños
y tu nombre tatuado con la sangre de tu rosal.
Voy a amarte aún con empecinamiento,
como las olas que pacientes desgranan las rocas,
voy a amarte aunque comprenda que te fuiste,
aún con tu vuelo lejano y vagabundo,
voy a amarte hasta despintar el cielo y que mi corazón muera,
y cuando mi corazón muera, te volveré a amar.

Círculos

Y en el fastidio de los días que se repiten,
voy caminando bajo la sombra del ayer,
con la pesada carga del día que murió
cuando te fuiste, cuando dejé de ser.

El protector de tus sueños,
el centinela de los anhelos,
y el guardián de tu vida y la mia
cuando dejé de ser y de existir.

Uno tras otro se repiten,
parecen copias burlonas del destino
que no cambia ni la cara del sol
ni las lágrimas grises que caen en mi.

Este círculo en el que se ha convertido mi vida
marea mis sentimientos
pues te amo aún como ayer
pero el olvido sería el elixir que me cure al fin.

Agonizando esta tarde, idéntica tarde
de hoy a al de ayer
se quema otra vez el cielo como se han quemado
mis ganas de verte y mu sueño de volver.

Decir Adiós

No es más valiente el alma que se aferra,
esa que lía con cadenas absolutas
el pasado al presente,
no es valiente aquella alma que no suelta.

Valiente es el corazón que te suelta,
y no deja de latir,
este corazón que te dice adiós
y sigue andando el camino de lo inesperado.

Mi valiente alma suelta las amarras y te despide,
no con pesar ni tristeza en las manos
pues las llagas que me arden con tal de aferrarme
me llenan de sangre la mirada.

Así te dejo ir sin más,
con la liviandad de conciencia
de haberlo entregado todo, con la certeza
de saber que si el destino lo quiere, volverás.

No es más valiente el alma que no suelta,
que se empecina y no abraza,
mi alma, aunque repleta de un dolor inmenso
te dice adiós para que seas, aunque no vuelvas más.

Se acaban las palabras

No hacen falta palabras
cuando en un suspiro dejo escapar la vida,
cuando en una mirada tibia
te doy todo lo que tengo y más.

Para que hablar si con el poder del silencio
puedo decirte mil cosas,
si puedo expresarte esta angustia que siento
en cada noche que no estás.

Se acaban las plabras cuando tu cuerpo
despojado de todo rencor me abraza,
cuando siento tu piel como si fuera mia
y las caricias brotan en incansable manatial.

No necesito decirte más que lo que hago
cuando me entrego al juego de las almas,
puedo callar las voces que dicen no,
y en este silencio darte todo lo que soy.

Se me acaban las palabras cuand te veo partir,
no puedo expresar más allá del dolor,
que quiebra en pedazos ínfimos mi corazón
que no se rearma ni con el sonido ausente de tu voz.

Séptimo Cielo

Subo al séptimo cielo
al último espacio de libertad que queda,
subo aún con las alas rotas
y con la sangre caliente en las venas.

Subo al refugio de la ilusión uqe sobrevive,
al rincón dónde se guarda la fe,
contrato con la nueva vida un vínculo férreo
que no se disuelva como la sal en el mar.

Nunca es fácil subir estando solo,
pero el saber que arriba encontraré la fe, me impulsa,
renueva la energía desgastada y vive mi cuerpo hambriento
que ni la muerte puede matar.

Luego de vivir en el infierno inexistente,
en el espacio imaginado del absoluta oscuridad,
elevo las manos al cielo que reclama mi nombre
al séptimo cielo, dónde aguarda la calma final.

La libertad de no vivir atado a tu sombra
la libertad de dejar las cadenas que me agarran al pasado,
el poder viajar liviano de ropas y pensamientos
para encontrarme con mi vida, para volver a flotar.

Lo que es y lo que no

Es tu nombre el que no deja de sonar
entre los truenos de esta tormenta,
son los momentos que no puedo recordar
y no los fragmentos que en el tiempo perdí.

Es el brillo de esa mirada, las manos heladas
las que de mi mente no se van,
no son las noches ni los reproches
no son los cielos que no dejo de mirar.

Son las heridas abiertas
es la sal que vierten dentro de ellas
tu imágen ausente, y todo lo que ya no está,
son las heridas que el tiempo ha de sanar.

Aunque el sol me queme los ojos,
no te puedo dejar de mirar
ciego en mi sueño inconciente
me arden las manos vacías y esta soledad.

Aunque las piedras en este camino,
sena los escollos más arduos,
que he de sortear, aunque me duelan los hombros
de cargar el peso invisible de lo que no está.

No es

El tiempo no existe,
no existe nada de lo que fue,
ni los cristales ni los metales
de la noche oscura que acecha y no llega.

Se desgrana con exasperante lentitud
las gotas de luna que caen sobre mi techo
y esta amenaza de noche eterna
me llenan el pecho de un hondo pavor.

Como temerle a algo irreal?
Como extrañar lo que nunca estuvo y no está?
golpea mis ventanas este viento que se hace infernal
sacude mi casa el tiempo que pasa y no es real.

Tomo entre mis manos la porción de noche
que queda viva en mi,
y la arrojo al fuego arrasador sin culpas ni penas
para quemarle el pasado a mi corazón.

Y arrancarte de mi retina y mi mirada,
para sacarte de mi nombre y mi calor
para escuchar en el fuego sólo el silencio
y que tus ojos se vayan lejos con mi dolor.

Recuento y balance

Sigo sumando dudas al recuento,
sigo contando pesares en este viento,
que sopla inclemente desde el norte y barre
el polvo que no dejaba ver la realidad.

Recuento, resto, saco del bolso más incertidumbres
y las pongo sobre esta mesa de tres patas,
que se tambalea con los espíritus que llegan
mesa que recibe mis desaciertos para juntarlos todos.

Sumo a lo que sale del bolso
algunas angustias que se aferraron a mi pecho
unos cuantos momentos que quisiera sacar y arrojar
al río, para ver si se hunde con el pasado.

Y si me preguntan por dónde anduve
nunca se que contestar,
los caminos se me cruzan y confunden,
los mares se me hacen desiertos y el día oscurece.

Sigo sumando al recuento,
todas las noches que no sentí tu aliento en mi piel
cada día que tus ojos no se abrieron
todos los segundos de esta soledad cruel.

El buscador de huellas

Por dónde andarán tus pasos?
dónde estarán que ya no los encuentro?
acaso querrán esconderse, hundirse en sus huellas
y evitar que mis ojos los encuentren?

Las calles que transito me tragan en mi trayecto
como las fauces de un monstruo salido de un cuento
se abren y me degluten mientras camino,
son mis pensamientos abstraídos, con tu sombra en mi.

Sigo el rumbo de las sombras que aparecen,
como si fueran los designios del destino
que me llaman a caminar por un sendero diferente
detengo mi marcha lenta y tambaleante para verte.

Pero no hay nada a mi alrededor que reconozca
cuerpos vacíos y sin ojos me rozan y me atraviesan
como el viento al desierto , modificando las arenas
de mi piel sedienta de esas manos tuyas.

Manos que ya se han volado hace tiempo,
y no he podido volver a sentir,
manos que acarician un presente fantasmal
una realidad tan ficticia como triste.

Sicon con mis preguntas sobre los hombros,
voy con mis dudas a cuestas y con las manos vacías
por dónde andarán tus pasos,
que este camino nuevo no se abre para mi?

domingo, 22 de agosto de 2010

No te olvido

Instantes pasados que vuelan a mi lado,
momentos que se reflejan en el cielo gris
caminos recorridos junto a vos y a los sueños,
momentos que me asaltan en el afán de olvidarte
tengo las manos heridas de caminar junto a la memoria
y los pies cansados de senderos circulares que se repiten.
Secuencias imborrables que llevo en la piel,
noches enteras buscandote luego de mi partida
soles entibiando la frialdad del alma agonizante
vacía, pero tan llena de ruidos a la vez.
Una ciudad que nunca me perteneció y está difusa,
algunas noches que nos robamos y fueron nuestras
vuelvo al momento del encuentro casual y azaroso,
al instante en el que el destino nos tendiera su trampa
para encontrarnos y transitar un tramo de vida juntos.
No te olvido por que hay aromas que se impregnan en el cuerpo,
poruqe no pude desprenderme jamás de esos ojitos,
no te olvido porque cuando me golpeo el pecho,
siento el relieve de tu nombre grabado con la sangre caliente,
llevaré a dónde vaya el arcón con los recuerdos,
iré de la mano de tu sombra que me acompaña,
miraré al cielo como pidiendo una explicación,
o implorando quizás algunos minutos más de tu existencia,
voy por dónde el viento quiere que vaya,
dónde los caminos caprichosos de la vida me lleven a explorar,
no te olvido porque el amor no se olvida,
ni las distancias pueden con él, ni esta necesidad de olvidar.

sábado, 21 de agosto de 2010

Dale.

Dale tiempo al viento,
para desovillar ese puñado de colores
que se encaraman contra las nubes y llueven
en esta tarde que se ofrece clara.

Dale una razón al suelo,
para seguir aceptando tus pasos hacia algún lugar
para que el camino se te haga piel
bajo tus pequeños pies.

Dale un suspiro a tu pecho cargado,
y dale a este cuerpo un motivo para olvidar
si es que no puedo llevar tu mirada en mi,
ni tus caricias en el alma.

Dale a este amor un tiro de gracia para morir,
o una bocanada de aire que lo llene de vida,
para ser otra vez eso que supo,
para que los fantasmas se vuelen en el viento.

Dale a mi piel un descanso,
un bálsamo que le devuelva la frescura
dale a este infierno que quema más que el sol
ese puñado de historia para que todo vuelva a empezar.

Incierto destino

Perdido por el enceguecedor brillo
de esos ojitos,
cautivado por el color de tu voz
la sigo como única guía en este mundo
no veo más que tu voz.

Volando por el cielo de tu espalda desnuda
buscando un claro para aterrizar,
y descender, aunque no tenga permiso, en tu cuerpo
tu tibieza me envuelve y me enloquece.

Sigo tan sólo los aromas que tu cuerpo despiden,
los aromas del frio que nos cobijó una vez,
de tu piel, el sabor de tu boca fresca,
y voy dandole a mi pasión una excusa para seguir.

Dominado por la esencia secreta de tus rincones,
embriagado con el néctar de tu tesoro,
ansío el momento de dar el primer paso y poner en marcha
mi deseo más conocido, mi alma es tuya.

Aunque el baño de esperanza no alcance,
ni los sonidos de esta lluvia golpeando mi techo
callen las voces que llaman tu nombre una y otra vez,
voy darle una chance al tiempo y a este amor.

Porque voy perdido por el universo infinito de tu boca,
porque sin el rumbo de tus pies ya no se quien soy,
voy con la paciencia tejiendo una red en mis manos
para no caerme cuando el cielo diga no.

Es tu cuerpo mi alimento más perfecto,
son esos ojitos grises los que me llenan de luz,
puedo ver en tus palabras el conjuro para ser,
lo que el sueño me dijo una vez, la pata que le falta
a esta mesa que sirve mi banquete, tu boca el postre,
tu flor en el centro de mi confusión.

Voy perdido, voy por vos, voy por tus alas
para encender el fuego atroz de un vuelo
que queme con ardor inusitado nuestra historia vieja,
voy encandilado por tu brillo, voy por ahí,
buscando otra vez tu voz.

Puedo creer

No hay tablas escritas ni dogmas
que me detengan y me digan no,
no hay cortina de hierro que me separe
mi fe, crece como maleza en sembradío
y ocupa todo lugar disponible,
mi fe es mi escudo, el motor.

Aunque camine sin parar, para dejar de pensar,
en mi mente las imágenes me llevan,
voy por mi barrio de la infancia, vuelo por
cada lugar que pisé, y dejé huella,
aunque camine sin parar, no te dejo de pensar.

No se puede detener la marcha de esta pasión,
aunque las miradas inquisidoras digan no,
por más que insistan en decirme que se terminó
nadie puede con esta esperanza mia, con mi pecho
encendido, y con esta mirada que te busca sin parar.

Si pudiera ver de cerca tu rostro otra vez,
esas perfectas imperfecciones hechas a medida de
tu palidez exquisitamente dulce, si pudiera con esos ojos
de una acuosidad única, tan llena de barcos extraños,
tan mios, tan lejanos, tan cerrados.

Pero sin reglas ni escrituras sagradas que me detengan,
voy buscando tu piel,
estoy en el camino correcto, cuando el corazón te guia
no hay desvíos que ee hagan perder el rumbo,
no hay nada que me diga no, ni siquiera este dolor.

Espera esperanza

¿Cómo no creer en el tiempo,
anque en el camino se nos vaya cayendo
de los bolsillos la fe,
aunque las nubes más negras de una tormenta
que pareciera ser la última nos amenace de muerte?

¿Cómo no creer que el tiempo siempre está
de mi lado?
Creencia firme que abrazo y no soltaré, el tiempo
es la espada con el filo más aguzado que hay,
es mi espada con la que salgo a cazar fantasmas.

Y yo espero, ¿total, que se puede perder?
con el tiempo de mi lado, espero,
a ver si una ventana se abre apenas y me deja ver,
espero a que esa luz se encienda y me haga un guiño.

Tiempo a favor y en contra, mi tiempo, mi ilusión
colgando de mi cuello como un amuleto mágico,
ilusión que crece no se rompe ni con el calor de otro
cuerpo en tu cama, ni con los días que pasan sin más.

Allí iremos el tiempo y yo de la mano viendo como el
camino se retuerce a nuestros pies y nos engaña,
pero con la fe clavada en la mirada y el corazón palpitante
para darte tiempo a ver, total, yo espero.

jueves, 19 de agosto de 2010

A veces pienso que...

Si pudieramos repetir un poco
el abrazo aquel,
sería como devolverle algo de paz al viento.
Si te encontrara otra vez,
en la misma esquina que ayer
con la mirada abrazaría
lo que me quede de tiempo.
Y si pudiera renacer de mi locura temporal,
sería como retomar la historia desde el punto cruel
en que te vi partir sin más.

Si tan solo pudiera encontrar y rescatar
del olvido el beso que la noche más fría
nos regaló, si pudiera gritarle al destino
en la cara que se equivocó, que nada está dicho
y que el cuerpo está suspendido de una ilusión,
la noche sería mi amiga y no la condena que hoy llevo.

Si pudieramos dormir bajo la lluvia
para lavar del cuerpo lo que carga el alma,
si pudíesemos flotar libres por el aire azul
que nos envuelva con el aroma limpio de la mañana,
si pudiéramos repetir un poco el abrazo aquel.

Si pudiera dejar a tu lado mi convicción mi fe
y todos mis pecados,
iría liviano por el camino que la vida me preparó
hasta que los pies cansados de tanto vagar
me lleven hasta tu puerta, y si tuviera el valor de golpear,
y si pudiera volver a entrar, si pudiera....

Y si pudieramos repetir nada más que el abrazo aquel
que disipó las heridas de mi piel,
y con un beso regresar a la noche en que quedé
atravesado en el tiempo, pegado con el ser en mano
a tu cuerpo y a tus sueños.

martes, 17 de agosto de 2010

Algo de mi

Queda todavía algo de mi
y en mi naufragio te lo quiero llevar
desembarcar en tus costas y dejar huellas
en tu arena fresca.

Me queda algo todavía en los bolsillos
un grito que elevo al viento
un puñado de tierra para recordar de dónde vengo,
y el calor en el corazón como bandera.

Lanzado a la aventura de llegar,
quién sabe a dónde y en qué tiempo
naufrago con mi cuerpo como nave,
y con la luna vacía como única tripulación.

Costas infinitas e inaccesibles me rechazan,
arbustos espinosos defienden algunas fortalezas
habitadas por fantasmas nebulosos
de caras deformadas y almas demacradas, muertas.

Voy a llevarte esto qeu soy, esto que tengo,
los silencios, los humores devaluados,
un puñado de cuentas pendientes
el misterioso acto de quererte, el de morir, el de olvidarte.-

Ser

La existencia es tan liviana
tu precensia tan inadvertida
la mirada invisible escapa
de todas las redes del mar y se filtra
hasta lo más profundo de tus rincones.
Tu existencia es tan débil
tan etéreo, translúcido tu paso por el mundo
casi no te ven, casi no sos.
Tan endeble es el andamiaje que te sostiene
que no hay redes de seguridad que te contengan,
cuando la caída es tan inevitable
como el propio respirar.
Puedo sentir tu angustia y arrepentimiento
vibrando en el aire,
mi existencia es un rio revuelto y caótico,
es una explosión de recuerdos sucesivos que golpean
y acarician el tiempo que se me fue.
Mi existencia es aire que respiro y agua en mi barco,
soy la red, la caída y el andamiaje que no sostiene nada.

lunes, 16 de agosto de 2010

No soy lo que soy

Cierro mis ojos para ver lo que soy,
tapo el sol con un dedo
y me bebo el día de un solo trago,
para ser lo que jamás seré.

Atrapo un reflejo en el aire
y llevo mis pasos hacia adelante,
soy un dibujo en la pared
una mueca rabiosa del tiempo.

Y con los ojos cerrados voy,
para verme en realidad
sin la sombra que proyecta el sol
tapado por mi dedo, enmudecido.

Soy una especie de caricatura de mi,
un color deshilachado y confuso
soy una canción sin estribillo ni final
que resuena en un mar perdido.

Cierro mis ojos para ver,
cierro mis alas para no volar
me tomo el día de un trago para ver
que soy lo que ya no soy.

Distancia

Lejos del sol es más fácil viajar,
lejos de vos y de todo lo que me hace mal,
me voy por fuera de la línea para salvarme
y así poder andar.

Me alejo de las sombras del ayer,
de todas los colores que me vistieron
me alejo de los nombres que no quiero nombrar
y te dejo libre, a suerte y verdad.

Me voy lejos de tu búsqueda sin sentido,
de tu revancha y de tus risas llenas de mal
me voy por la ventana del olvido
para volvar hasta dónde quiera llegar.

Será que en la distancia podré entender?
Será que en la distancia podré creer?
doy un salto radical en mi fe
pero tomo distancia de todo tu ser.

Lejos de las noches sin hablar,
lejos de los sueños que un día quise soñar
hago mi camino hacia la libertad
abro mi destino, me voy en soledad.

Dejar a tiempo

Nunca es tarde para darse cuenta y parar,
para dejar de creerse lo que en realidad no se es
existe siempre al posibilidad de detenerse
y dejar de agachar la cabeza buscando guillotinas.

Puedo ahora dejar la fábula y entrar al mundo,
dejar de ver los colores con un cristal
y observar como los ojos, a veces, se desilusionan
estoy a tiempo de dejarlo todo atrás.

Sin importar las consecuencias desconocidas,
sin importar los dedos acusadores,
sin importar que todos los ojos del mundo
se posen en mi espalda como una condena.

Desde mi ventana veo asomarse otro día gris,
y el alma siente que es ahora,
es el instante oportuno, saber dejar a tiempo
el ser un personaje y vestirme de mi verdadero yo.

Ni tan bueno ni tan malo,
con los matices que el universo ha creado para mi,
dejo de buscar lo que no se, afuera
para entender que el adentro es lo que soy.

Y dejar de esperar milagros inexistentes,
para darle lugar a la verdadera vida,
con todos sus obstáculos y sueños rotos,
vida, mi vida, a la que hoy puedo abrazar.

Los dos silencios

Tengo mis labios apretados como una presa
que contiene un caudal incontenible de palabras,
sello mis labios par que no salgan
se ahoguen y finalmente mueran en mi interior.

Palbras, oraciones, frases,
que prefiero callar y llevarlos conmigo hasta el final
pues no estoy seguro del efecto y prefiero callar,
callar es morir, o vivir tal vez, un poco más.

Pero tengo también otro silencio
el que gritan con todo su ser mis ojos, mi cuerpo,
y que a ningún lado llegan
un silencio espectralmente absoluto.

El silencio de los pasos que he dado
el de las manos que buscan a tientas
silencio que envuelve y opaca mi mirada
que busca algo de complicidad.

Las palabras se ahogan en el remolino
y chocan contra mis dientes y mis labios,
allí acumulo cadáveres que desecharé luego
cuando por fin, todo esté en silencio.

Olvido selectivo

Sería egoísta seguir queriendo olvidar
no se puede abrir el alma como su fuera un arcón
y quitar simplemente los recuerdos no deseados,
de olvidar, se olvidaría todo.

A veces, cuando la soledad
se acuesta a mi lado en la fría cama,
el deseo de arrancar de mi pecho el pasado
se vuelve tentadoramente irresistible.

Pero cada momento es un eslabón unido a otro
cuyo principio y final desconocemos,
forjado con un material más resistente
que el propio acero, forjado en vida.

Si olvidara todo tal es mi deseo,
quitaría de mi mente el día que partí de mi casa,
pero olvidaría también la noche que te conocí
quitaría de mi boca la capacidad de sentir un beso.

Tal vez, si se me concediera el deseo,
de quitarte de una vez de mi historia,
ya no habría rastros de tu voz diciendo adiós,
pero tampoco resonaría ese primer, te amo.

Flores amarillas

Arranco de mi jardín escondido
un ramo de flores amarillas y un puñado
de ilusiones como lazo, para llevarte
cualquier noche de estas.

Flores que han crecido al calor
de mi paciente mirada,
flores que he estado esperando para llevarte
cualquier noche de estas.

Quisiera dejar mis flores en tu almohada
en el costado de tu cama vacía,
que conserva el espacio invisible
que dejó mi cuerpo tiempo atrás al marcharme.

Estas flores que hoy llevo hasta vos,
envueltas con el manto que cubre mi alma
flores amarillas para reinventar mi amor
o para dejarlas sobre mi tumba.

Para irme

Navegar con las velas altas pero sin rumbo,
con la balsa durmiendo en las aguas
mansas derramadas desde tus ojos
que me miran, me observan irme.

El destino incierto es aventura,
es abandonarse a la suerte y fluír
para llegar algún día a mi lugar,
aquel páramo en el que supe descansar.

Me dejo llevar en el viento
que acuna palabras dichas ayer,
y que hoy pueden sellar el adiós final,
palabras que me rozan el cuerpo levemente.

Tapando mis ojos para no ver
para intentar eludir lo que hoy me sucede
cuando la historia se arrastra a mis espaldas
como pesada sombra al sol.

Pero me voy con mi balsa liviana
por tus aguas aparentemente limpias,
que supieron albergar algunas noches a este cuerpo
que hoy me lleva, sin mi voluntad.

Dulces sueños

Se duerme de a poco, lentamente,
se va durmiendo y casi no nos damos cuenta
entra al mundo onírico dando pasos cortos
con la seguridad de hallarse en su lugar.

Dónde lo irreal es la cordura,
dónde los cuentos de hadas no tienen príncipes,
se va durmiendo nuestra conciencia
y allí, es probable que se encuentre con el olvido.

Tal vez sin buscar el camino
tropezndo apenas con las puertas de salida,
casi sin querer, a oscuras, en un día brillante
allí va la conciencia, a calmar su dolor.

Se duerme y es mejor así,
es como el remedio a un mal incurable,
que ha dañado tanto tiempo todos los sentidos,
es un dulce sueño de inconciencia.

Es tal vez el final de la soledad que golpea,
es el último suspiro de una vida agobiada
se duerme, dulcemente entra al mundo
al verdadero mundo, se duerme, nuestra conciencia.

Debajo

Se teje en el cielo una red azulada,
pinceladas blancas esparcidas al azar, salteadas
que van contando las piedras en el camino,
se reflejan en el cielo, los saltos de esta tierra.

Sombras en las que me quedo dormido,
debajo de ellas me refugio de las voces atronadoras
de las palabras que cruzan el aire limpio,
para darme un baño de cruel realidad.

Arboles sin hojas, sombras alargadas
que dibujan en el suelo un mapa para llegar
para partir de este hueco sin nombre que te llama
e insiste en no dejarme caer.

Debajo de un cielo entretejido de azules violáceos,
cuando detrás de unos ojos nuestros cae la tarde
me quedo inmóvil por un instante, pero no se detiene,
el universo sigue girando, nunca se detiene.

sábado, 14 de agosto de 2010

Comprender

Cuando entiendo el idioma
que hablan tus manos,
cuando dibujan esas palabras en mi espalda
nace un nuevo sol en mi cielo.

Cuando descubro el rumbo certero
de tu pisada, encuentro el sentido
a caminar hasta casi morir de sed
en cualquier desierto solitario.

En el momento en que escucho
lo que tus ojos silenciosos tienen para decirme
puedo abrazar con todo mi ser
la paz que me regala tu cuerpo.

Y allí, cuando la paz se hace carne
cuando los vacíos comienzan a llenarse
la soledad, derrotada,
huye de mi cuerpo blando.

En la cima de mis ilusiones
recibo como un regalo del universo
un reflejo tímido de tu mirada,
de esa mirada que llevaré por siempre en mi.

Mirada que junto a tu boca sonriente
sonla fuente de mi inspiración
el agua para mi cuerpo sediento,
el pan caliente para mi alma.

Promesas

Subiré tan alto com pueda
con mis alas heridas y sin más
que mi deseo de encontrarte
en mi vuelo peregrino.

Buscaré detrás de cada piedra
al costado del camino,
para descubrir si tu mirada
se quedó allí escondida.

Daré vueltas y vueltas
aunque me digan que no tiene sentido,
por tu casa, tal vez, alguna noche solitaria,
la puerta se me abra.

Y pensaré en aquellos momentos únicos
en los que pudimos evadirnos de la realidad
momentos en los que sin hablar
construímos diálogos irrepetibles.

Prometo dejar a un costado de la cama
mi armadura y el escudo, pero no la espada,
para pelear contra las sombras
para luchar con mi vida por tu amor.

Voy a caminar buscando viejas huellas
para descubrir nuevos caminos,
voy a tomarte de la mano otra vez
y nos iremos juntos por el universo.

Las cosas simples

A mi me gustan las cosas simples,
esas qeu no hacen ruido,
y suceden casi sin darme cuenta,
las cosas que pasan cuando sueño.

Me gusta amanecer a tu lado
que lo primero que pueda ver
es el alba en tus ojitos dormidos,
me gusta besarte cuando no lo esperás.

Cosas simples que suceden todo el tiempo,
me busta el aroma de un café
inundando mi cocina, me gusta el desayuno
silencioso que compartimos.

Me gusta irme, porque se que volveré
me gusta descubrir cada día un nuevo detalle
en tu piel, en tu cuerpo perfectamente tallado
para mi.

Cosas simples que a veces no observamos,
que están dando vueltas por nuestra vida
a cada momento, para hecharle mano cuando querramos,
cosas simples que amo.

Como tus manos tibias en las mias,
como esa sonrisa consagrada
por la gracia de todos los dioses del universo,
esa sonrisa...amo esa sonrisa.

Los aromas de tus ojos

Con los brazos abiertos
y mi rostro de cara al cielo
huelo los aromas que se dispersan
en el aire, y me envuelven cálidamente.

Aromas que brotan desde tus ojos
y colors de los más diversos
que hoy puedo abrazar,
despojado de los vestigios de la historia.

Casi que puedo alcanzar la red
que tejen las nubes en este grandioso cielo,
elevado por las ansias de tocar tu alma
vuelo hacia tu delicada transparencia.

Se cruzan las miradas cristalinas,
y se entrelazan en una danza infinita,
que nos llena el alma a los dos,
y le regalan una burla a la soledad.

Así, amor mio, abro mis brazos y te recibo,
te regalo lo poco que tengo,
la sangre de mis venas, un abrazo,
las palabras que flotan en mi mar.

Huelo los aromas que brotan de tus ojos,
abrazo tus colores,
y saboreo tus labios, cada vez,
que mi mente recuerda el primer beso.

domingo, 8 de agosto de 2010

Si pasara

Si pudiera salir a la noche para verte
en cada luz del cielo,
si pudiera reconocer el brillo de tantas miradas
y enlazar con el cordón de plata mi vida,
si pudiera encontrarte como un punto en el mar.

Si pudiera cantar cada mañana de cara al sol,
agradeciendo el alma que me acompaña
si pudiera superar las barreras que el pasado
le pone al presente, si pudiera caminar
sin las cadenas en los pies ni el peso en la espalda.

Si pudiera entender que el olvido
es propiedad del alma y no de la mente,
si pudiera verme al espejo de mi vida, reflejando
toda la luz guardada durante años
para iluminar nuevos senderos desconocidos hasta hoy.

Si pudiera volver a tomar esa mano,
la aferraría con la fuerza del alma, pero sin cadenas
con la libertad necesaria si un día quisieran partir,
si pudiera volver a conocerte,
cometería los mismos errores que hasta hoy
pero te amaría con la convicción de que ese corazón
es el indicado,
para gozar el amor, para sentir el sol, para volver a vivir.

Voy a buscarte

Ahora que he comprendido que el camino
sólo es una prueba,
y que el alma se templa al recorrerlo, pues,
al final siempre hay recompensa,
me largo a buscarte por dónde sea
que una sonrisa crezca entre el verde
o que un tibio haz de sol te toque.

Iré por allí y por acá, con los ojos abiertos
pero más con el corazón dispuesto a sentir
iré por dónde anduve, pero nunca he estado
desandaré caminos forjando nuevas huellas
barriendo de mi mente imágenes borrosas
de un pasado igualmente difuso
allí iré a buscarte, pero sin temor a encontrarte.

Pues sería como terminar de armar mi trama
colocar la última pieza de mi rompecabezas,
y que la figura sea tan sólo la imágen de esos ojos
que hoy vuelven a posarse en mi,
con la claridad y la calidez propias de una llama
que se enciende para calentar el invierno,
sería mi sombra bajo la cual descansar cada vez,
que el camino vuelva a agotarme,
si tuviera que volverte a buscar.

Amanece Amor

Cuando las primeras luces del día
viajan a través de esos ojos
los colores invaden mi mente
y transforman el simple respirar
en un milagro de difícil comprensión,
cuando esos ojos hablan
mi cuerpo se detiene y escucha.

Se derriten las horas de la tarde
cuando el sol cae detrás de tu mirada
y se desbordan los rios de mi imaginación
cuando recuerdo ese cuerpo blanco
casi transparente, ardoroso, tan mio
y tan lejano a la vez.

En el deso de recobrar esa boca,
mis labios urgidos de tu sabor
vuelan por tu rostro iluminado
buscando el momento oportuno para besarte,
rozar nuevamente tus labios dormidos
otra mañana como aquellas,
cuando las primeras luces del día
viajan a través de tus ojos, y te redescubro.

En la vida

Hay colore3s que se repiten
y eso está bien,
hay calor en los polos, hay cadenas que se rompen
hay miradas vacías y aromas en el viento,
hay amores que no se olvidan
hay dolores que sanan
hay heridas abiertas todavía
hay letras que se escriben y no se leen.

Hay olvidos forzados
hay lazos que se estrechan
hay abrazos que contienen y guían
hay corazones qeu dejamos en el camino
hay más luces que sombras
pero hay sombras que todavía danzan
hay sueños que se elevan en el inconciente
hay manos que extrañan.

Hay huecos que no se llenan con nada,
hay agua que no moja, hay cielo, hay paz,
hay pasos que se repiten
hay hojas en blanco y otras con poesías,
hay un corazón que late, hay sangre en las venas
hay un amor que nace y te envuelve
hay todavía un sueño por soñar.

Diminuto instante

Hay un instante en el que parece
que todo deja de girar de repente,
en el que se congelan las miradas
sobre el tiempo,
y el agua de la lluvia deja ver sus trazos,
un instante enel que todo parece suceder
para que algún pintor inmortalice la escena.

Ese instante en el que ya no tiene caso respirar,
porque el aire es tan duro que no entra en el cuerpo
aire de diversos colores reflejados en el cielo inmóvil
que pareciera el techo de mis ambiciones
hay un instante tan intenso que el mundo
se detiene para apreciarlo en toda su magnitud.

Existe en mi mente primero,
y se proyecta luego por mi alma presurosa
que escapa de la quietud que todo lo domina,
para derramarse como un rio de lava desbordando
las barreras y delineando nuevas orillas,
por mi cuerpo urgido de un abrazo, del roce mínimo.

Hay un momento en el que todo comienza,
en el que pareciera que el mundo muere y renace
instantáneamente, fruto de algún conjuro mágico
ese el momento de llenar el pecho de aire y gritar,
de sentir que la sangre hiriviendo derrite mis venas,
es el momento de lo sublime y lo absoluto,
hay un instante...y es cuando me miras.

Tesoro al descubierto

Caminando una tierra ajena a mis pies
con el pensamiento libre y las manos dispuestas
late mi sangre tibia en las venas dormidas,
cuando el tesoro queda descubierto.

Levanto el polvo que lo cubre
y allí está, como mirándome,
queriendo rescatar mi corazón agrio,
que hace tiempo se ha dado por vencido.

En ese lugar dónde la luz viaja lenta,
y va bañando todo con su amarillenta calidez,
allí, dónde mis manos aladas renancen
y el contorno de un cuerpo blando me conecta.

Encuentro el tesoro cuando había terminado de buscar,
cuando los interrogantes asediaban mi alma perdida,
y esos ojos me redimieron de todo tiempo anterior,
vibra un nuevo ritmo mi corazón renovado.

Renaciemiento total y absoluto del día,
brillante alba esta que me envuelve con el aroma
del rocío caído sobre el rosal de mi jardín
que se ha librado de sus espinas y al que puedo abrazar.

Tesoro que descubro esta mañana llena de luz
tus ojos que me hablan una lengua que entiendo,
mirada que no promete nada, pero que sueña
con un vuelo juntos, con otra mañana de sol.

domingo, 1 de agosto de 2010

Mi luz interior

Atraviesa mi corazón como una verdad proverbial,
con la claridad de las dudas despejadas
y la liviandad de haber dejado atrás las piedras
en un camino que he pasado y al que no volveré.

Estalla en mi pecho la libertad,
y se manifiesta en un haz de luz de colores que se rompe
y se proyecta en todas las direcciones posibles
hechando luz a los rincones oscuros de mi alma.

Libre y liviano como el viento invisible,
claro y sencillo como este agua que me baña
y me lava la sensación de culpa que me atormentaba,
el universo soy yo, y giro en torno a mi nueva luz.

Con tus manos como telón de fondo,
preparado para tomarte en mis brazos y partir
de la tierra hostil y oscura, listos para el viaje
que nos lleve hasta la libertad.

Anhelaba en todos mis sueños este día
en el que podamos fusionar nuestros cuerpos transparentes
y la luz nos envolviera en un abrazo fraternal y cálido
cuerpo que no buscaban más que ser.

Ser transportes de la vida que vive,
ser los pasos del camino que hay que desandar,
para transcurrir el dolor de la oscuridad y
llegar hasta la luz de tus ojos, hasta la eternidad

Síntomas

El cuerpo habla su propio idioma
y he tardado un tiempo en decifrarlo
me hablaba esa vez que te vi a los ojos
parada en el frío, cobijada por tus ilusiones.

Mientras los temblores se apoderaban de mi
y el viento me cortaba la cara en cuchillada
la más amplia sonrisa jamás vista por mi
me ofreció un manto protector para los sueños.

Unos cuantos pasos en silencio caminamos,
tomados apenas de las manos,
casi como si fuera un compromiso más,
mis manos sudorosas se escondían.

Protegí mis ojos del fulgor cegador de tu mirada
tan calma y arremolinada a la vez,
caminando una tierra extraña, mis pies trémulos
tropezaban con el temor de perderte algún día.

Ironías qeu nos juega el destino,
recién te veía, pero ya pensaba en el final
como presagiando qeu el sabor de aquel primer beso
lo guardaría en mi, por ser el beso final.

Preguntas

Puedo preguntarme ¿dónde me quedé?
pero sería mejor averiguar dónde estoy ahora,
podría preguntarme otra vez, ¿dónde te dejé?
aunque sin dudas primero debería saber si te tuve.
Vuelan las sospechas de la equivocación
se me hunden en la mente como los pies
en la arena blanda.
Corren por todos lados las dudas y misterios
sobre este final que veía venir
y sin embargo me golpeó desprevenido.
Sigo haciéndome preguntas inservibles
descubriendo curas para enfermedades que no existen,
puedo seguir aferrado al brillo de aquellos ojos
que me cautivaron y hoy se me han cerrado.
Sigo haciéndome preguntas para las que no tengo respuestas,
preguntas qeu no me quiero hacer,
pero también puedo enfrentar al destino
con los brazos abiertos para ver que pasa,
para oír que canción trae el viento en sus hojas,
y adivinar el dorado de otro otoño en unos ojos cualquiera.

Sombras, recuerdos y olvidos

Signos de su cansancio muestra mi piel,
y estos pies que arrastran la sombra
de unos ojos que ya no me miran,
y que son como mis condenas eternas.

Huellas tan profundas en un alma hueca,
sonidos que hacen eco en mi alma
que no mira por sus ojos,
ni respira el aire que nos fue dado.

Sigo arrastrando mis pies inertes
dibujando huellas difusas en el aire que no piso,
para perder el rastro de mi mismo,
y esconder estos pasos errantes que no saben a dónde van.

¿Cuánto habrá que pagarle al dueño de la memoria
par auqe nos permita olvidar?
¿Cuál es el precio qeu tienen esos recuerdos
encandenados al umbral de mi propia vida?

Si volar pudiera, lo haría ahora,
si sonreír recordara, te ofrecería el gesto,
si no amarte fuera posible, salvaría mi vida,
si olvidarte la meta, correría con todas mis fueras.

Cierta historia de amor

Me cuenta el tiempo una historia,
de la que fue protagonista involuntario
una historia de amor como tantas,
entre la luna y el cielo, entre todos los astros.

Me cuenta que cierta noche la luna
no brilló en el cielo poblado de estrellas
esa noche se había fugado, no con su amor
se había fugado en una aventura cruel.

El amor de la luna la esperó noche a noche,
sabía que había cometido errores
pero sabía también que la amaba y que todo se podía arreglar,
pero la luna no volvia, y el cielo de pronto enlutó.

Pensó su amor que quizás aparecería de día
para sorprenderlo y decirle que ahí estaba otra vez,
dispuesta a luchar noche a noche por ese amor...
pero nada pasaba, o si, el tiempo pasaba.

La luna se había marchado para siempre
las noches ya no eran las mismas, la ausencia
la oscuridad y las sombras le jugaban a su amor
crueles bromas, cada noche más insoportables.

Lloró el amor de la luna y lloró durente muchas noches,
noches vacías y desoladas, llenas de frío y ausencias
pero una noche no lloró más, y se preguntó, por que?
"gracias a mi", le dijo una voz, "gracias a mi, que soy el tiempo"

Luna alada

Mi caballo alado espera en la esquina,
para llevarme hasta la luna más clara
y dar una vuelta completa
robarle un pedazo y guardarlo bajo mi almohada.

En mi caballo alado vuelo libre,
por un cielo estrellado, lleno de miradas cómplices
y guiños alentadores,
vuelo por un cielo limpio y cristalino.

Esasta luna que hoy ha bajado,
y rueda por mi calle hasta mis sueños,
dónde guardo mi fe en el futuro
sueños dónde estamos en el mismo viaje.

Tantas luces cegadoras que se encienden
y un brillo espectral entre tanta luz
es que en tu ojos cristalinos puedo ver mi sonrisa
amplia y fresca como el manantial de tu boca.

Deseo recibirte esta noche en mis brazos,
y que podamos mirar otra vez esta luna,
que alguna vez fuera cómplice de nuestros besos
trasnochados y de nuestro delirio de amor.

Pequeños pasos

El camino es muy largo y sinuoso
las salidas pueden ser engañosas a los ojos,
siento como el miedo a lo desconocido
late en sintonía difernete a mi corazón.

Mientras pienso en llegar pronto a mi destino
veo cómo éste se corer y se aleja,
sólo dando pequeños pasos lograré llegar
a tu alma, y por fin descansar allí.

Sin la ambición desmedida podré llegar,
sin apurar el curso natural del tiempo,
dándole lugar a cada pequeño paso
y dusfrutando el paisaje del camino.

Estos pequeños pasos hoy,
serán las grandes huellas a seguir mañana
para no perderme a mitad de recorrido
y llegar a mi destino, a mi casa.

Para encontrar calor aún bajo la nieve,
y sentirme en paz conmigo y con el universo
pequeños pasos que me conduzcan hasta tus ojos
nuevamente a tus ojos, a mi mundo.

El alma vuela

Cuando redescubro aquel brillo olvidado
y los pasos son tan livianos que las huellas
se elvan por sobre mi y se van,
el alma vuela porque puedo oírte en el viento.

En el instante en que se cierran mis ojos,
y puedo ver aún en la oscuridad más absoluta
cuando mis manos adivinan esa sonrisa
tocando apenas tu rostro, el alma vuela.

Allí dónde el sol esconde su luz al mundo
detás de borrosas nubes cargadas de dudas,
pero dónde se extienden tus manos generosas
para sacarme de esa tormenta, en ese lugar, el alma vuela.

Vuela el alma como si fuera el viento mismo,
com si de pronto le salieran alas,
vuela el alma cuando recuerdo tu cuerpo
envolviéndome esa noche invernal.

Sólo un sueño podría ser mejor que esto,
un sueño dónde volemos libres de ataduras
dónde seamos capaces de perdonar y mirarnos otra vez
sólo en un sueño el alma también, podría volar.

Nada más que tu voz

Sonando delicadamente en el albor del día,
a vecs no tan dulcemente,
pero esa vos es mi seguro, el refugio
para mis ojos desesperanzados.

Caen las palabras unas tras otras sobre mi,
y me cubren como un manto celestial de piedad,
ante mis silencios prolongados y mis dudas,
que sólo logran alejarme de tu sonrisa.

Esa vos qu supo contener angustias impetuosas
y que hoy ya no resuena en mi eco,
nada más que oír tu voz desearía ahora
para saber que estás, para no sentir el frío.

Sentir en el viento las palabras acurrucadas,
en las hojas de los árboles como el milagro
de morir en la soledad del olvido
y renacer entre tus brazos tibios una mañana.

El deseo de oír tu vos es mi carne,
oírte nuevamente pronunciando mi nombre olvidado
sería el bálsamo capaz de reconciliarme con la vida
porque no tengo nada más hermoso que tu voz.

La quietud

Palabras inmóviles como piedras
al costado del camino que recorro,
palabras cubiertas de dudas lacerantes
que hurgan mis heridas un poco más.

Pesadas piedras estas palabras,
que el viento no mueve y se quedarán acá
quietas todas las letras de un nombre
que ya no puedo (ni debo) pronunciar.

Atardo, inmóvil, sereno y a la vez inquieto
por esta calma atronadora que me atrapa,
porque sin poder saltar las piedras no hay camino
y sin camino no hay pasos que seguir.

Pero me quedo a contemplar esta quietud,
estas piedras al costado,
que se me antojan celestes, como tus ojos,
y que no puedo dejar de mirar.

Divinia quietud esta que me atrapa,
vencido, me dejo caer de espaldas en la trampa
y cubro mi rostro con la tierra de tu jardín
que es recuerdo, pasado y, la quietud absoluta.