Adelante, sean bienvenidos

Bienvenidos a mi mundo, al refugio de mis ideas, al lugar donde puedo sin ningún temor expresar lo que siento y lo que me pasa "en tiempo real". Realmente es toda una experiencia y quiero compartirla con quien quiera leer.

viernes, 26 de julio de 2013

Te Veo

Ojos más abiertos que sus cuencas,
saliendo de las órbitas como queriendo ver más allá,
predecir, anticiparse al viento, adivinar su jugada y
parársele de frente.
Manos que se abren para soltar y recibir
para sorprender a quien tocan, quitarles el eje,
nadie espera lo que no espera.
Tensión, silencio espectral y la ansiedad golpeándome las sienes.
El hervor de la sangre despierta, me despierta,
resulta ser que estaba vivo, resulta ser que este latir
todavía puede conmover, poner de cabeza un universo cualquiera,
este latir...y la nostalgia se me clava en todos los rincones.
Mi ojos saltan de sus cuencas sorprendidos, de todo lo que ven
y de si mismos,
alborotados miran para todos lados a la vez y para adentro al mismo tiempo,
para encontrarme primero,
y salir a buscarte después.

(IV)

Llegamos al punto medio,
hasta dónde nuestras ataduras nos lo permitieron,
se tensó y nuestros ejes giraron para partir irremediablemente
en dirección opuesta.

Opuesta, la una de la otra,
tal vez habría servido ir en dirección contraria  a la propia
para encontrar de frente las sombras y los fantasmas que antes,
nos corrían de atrás lanzándonos amenazas.

En el transitar de a pie lugares inseguros
se templa el alma adormecida por esa comodidad extrema,
en la que se sume sin que nos demos cuenta, o tal vez,
nos quedamos quietos para no errar, para no temerle a la novedad
cuando quizás sea mejor equivocarse a esta mortal quietud.

Dame tu distancia para crecer,
dame la lejanía de estos cuerpos ajenos a sus propias almas,
para poder ceder al impulso de buscarte,
dame una poción de olvido para apagar la luz que aguarda
en el rincón más lejano de la historia ya escrita,
y hasta el hartazgo.

Sin mirar atrás, con el camino desconocido por delante
tanteando con mis pies inseguros todavía,
el corazón me pide volver por dónde yo se,
aunque ya se haya apagado el sol,
el corazón ansía volver a dónde no quedó nadie,
obtuso, dolorido, estúpido corazón reincidente.

miércoles, 3 de julio de 2013

(III)

Sin aire ni razón,
sin capacidad para razonar me deja este tiempo,
o me dejo, me abandono, me descuido y me voy solo
me echo del mundo y trastabillo con mis dudas de siempre
por caminos pedregosos.

Sin aire para respirarte, sin excusas para mirarte
sin el instinto de supervivencia para reflotar mi alma hundida
en un océano de tiempo que ya me ahogó que ya me mató
y sin embargo me sigue agobiando.

Sin aire, ya no hay nada,
aunque bien sepa que respirando de tu boca nuevamente
exploten otra vez las ansias de vivir en universos paralelos
para no poder tocarnos, para no poder mirarnos siquiera.

Así se me escapan los días, sabiendo que nuestro tiempo transcurrió
sabiendo que no supimos como sostenernos,
pero sabiendo que sin tu presencia se me agotan las razones para ser,
sabiendo que no encuentro ganas, sino de llorar tu presencia ausente,
este dolor mudo que me come las entrañas y no cesará, sino hasta
convertirme, el polvo, que se disuelve en el agua.