El tiempo no existe,
no existe nada de lo que fue,
ni los cristales ni los metales
de la noche oscura que acecha y no llega.
Se desgrana con exasperante lentitud
las gotas de luna que caen sobre mi techo
y esta amenaza de noche eterna
me llenan el pecho de un hondo pavor.
Como temerle a algo irreal?
Como extrañar lo que nunca estuvo y no está?
golpea mis ventanas este viento que se hace infernal
sacude mi casa el tiempo que pasa y no es real.
Tomo entre mis manos la porción de noche
que queda viva en mi,
y la arrojo al fuego arrasador sin culpas ni penas
para quemarle el pasado a mi corazón.
Y arrancarte de mi retina y mi mirada,
para sacarte de mi nombre y mi calor
para escuchar en el fuego sólo el silencio
y que tus ojos se vayan lejos con mi dolor.
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