Ahora que he comprendido que el camino
sólo es una prueba,
y que el alma se templa al recorrerlo, pues,
al final siempre hay recompensa,
me largo a buscarte por dónde sea
que una sonrisa crezca entre el verde
o que un tibio haz de sol te toque.
Iré por allí y por acá, con los ojos abiertos
pero más con el corazón dispuesto a sentir
iré por dónde anduve, pero nunca he estado
desandaré caminos forjando nuevas huellas
barriendo de mi mente imágenes borrosas
de un pasado igualmente difuso
allí iré a buscarte, pero sin temor a encontrarte.
Pues sería como terminar de armar mi trama
colocar la última pieza de mi rompecabezas,
y que la figura sea tan sólo la imágen de esos ojos
que hoy vuelven a posarse en mi,
con la claridad y la calidez propias de una llama
que se enciende para calentar el invierno,
sería mi sombra bajo la cual descansar cada vez,
que el camino vuelva a agotarme,
si tuviera que volverte a buscar.
es posible que esa pieza que tanto costaba encontrar haya estado siempre en el mismo lugar.
ResponderEliminar