Arranco de mi jardín escondido
un ramo de flores amarillas y un puñado
de ilusiones como lazo, para llevarte
cualquier noche de estas.
Flores que han crecido al calor
de mi paciente mirada,
flores que he estado esperando para llevarte
cualquier noche de estas.
Quisiera dejar mis flores en tu almohada
en el costado de tu cama vacía,
que conserva el espacio invisible
que dejó mi cuerpo tiempo atrás al marcharme.
Estas flores que hoy llevo hasta vos,
envueltas con el manto que cubre mi alma
flores amarillas para reinventar mi amor
o para dejarlas sobre mi tumba.
¿Tumba?... no es bueno pensar en la muerte cuando la vida golpes incesantemente tu puerta...
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