Tierra bañada en sanbre,
que inmortaliza huellas perdidas
pasos que he dado en vano hasta tu puerta
pero rebotan en las paredes de mi laberinto.
Sangre que se ha ido de mi cuerpo,
y que hoy cae muerto en esta via,
rodeado de flores secas y mariposas sin alas,
que se posan sobre este cadáver.
No hay dolor qeu quepa en mi alma,
no hay ausencia que pueda seguir llorando,
si el corazón quebrado ya no te llama
es porque han muerto todas mis palabras.
¡¡Tus palabras tienen la fuerza de la inmortalidad!!
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