Es la noche y su máscara negra
que me miran detrás de una sombra
es la noche esclava y ama
del agua que se rompe contra el suelo.
Es la angustiosa lejanía irrevocable
y el corazón clamando píedad,
eran apenas unos ojos,
un par de ojos equivocados.
Cuando ardió la hoguera de mi muerte
cuando mi alma se llenó súbita
fue en el instante preciso en que viró
la noche errática y me topé con esos ojos.
Que hoy llevo clavados como estigmas
como recordatorio perenne y cruel,
que lo que ha pasado están en la piel
en los aromas que la piel guarda.
Intento dibujar algunas palabras
que tiendan una especie de puente
entre estos silencios demoledores
entre las ausencias desgarradoras.
Entre los rumores, escucho el de fatalista,
acaso no es terminal vivir sin amor?
es posible entonces que sobreviva un alma vacía?
puedo soportar tu ausencia y tus besos en otra boca?
Cuando no se ve con claridad, es necesario escuchar al corazón... la vista engaña...
ResponderEliminarSiempre hay algo más detrás de las apariencias...
Es importante poder verlo.