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miércoles, 30 de junio de 2010

Un poco de historia (Real)

Azar, destino, casualidad?
estabas dónde no debías a una hora
que no te correspondía, estaba sin hacer nada
cuando unas pocas palabras nos conectaron.

Había entre nosotros una gran distancia,
geográfica si, pero también de las almas
que no sabían nada de la otra
que se fueron adivinando noche a noche.

Palabras que iban y venían a toda velocidad,
confesiones leves, de esas que uno hace sin querer
éramos jugadores de ajedrez midiendo el terreno
pero había algo eléctrico en el aire, en cada encuentro.

Sin vernos, sin conocernos, desnudamos angustias,
que nos parecían muy similares
le peleábamos una lucha desigual a la soledad
a la que finalmente vencimos.

Cuando decidimos burlar al destino
y escribir con nuestros puños el guión de la historia
cuando quisimos ser protagonistas principales
de nuestras propias miradas y gestos.

Fue como si nos hubíesmos tomado la noche
de un trago y sin respirar,
saltamos los pasos formales y nos despojamos
de las dudas y las ropas para unirnos sin más.

Volamos de un solo aleteo a tu cama helada
a la noche más brillante y larga
eran tus piernas cautivantes y cálidas entre las mias
la clave del embrujo total.

Fuimos apenas un cuerpo,
como si de repente nos hubiésemos fusionado
perfecta simbiosis amatoria sin precedentes
al menos para mi, al menos hasta ahora.

Y me reconociste un brillo perdido detrás de mis ojos,
y yo me quedé sin aire por tu sonrisa
y vos te entregaste entera desde el principio
y yo creí que existía la felicidad eterna.

Sorprendimos al sol detrás del amanecer retrasado,
como si no s quisiera regalar unos momentos más
de la noche más maravillosa
cómplice de una locura, el sol nos espiaba.

Entre sábanas calientes, revueltas y únicas,
las mentes vacías y los corazones saciados
las miradas se hablaban sin parar y las manos
nuestras manos se reconocían.

Fueron esas primeras palabras,
la obra del destino o la casualidad
estábamos dónde no debíamos estar...
el resto no importa, es historia ya.

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