La frustración más salvaje
golpea mi rostro en un baño
de cruda realidad, abriéndome los ojos
hacia el cielo, hacia donde no estás.
Es un golpe imposible de absorver,
la falta del corazón se me torna insufrible,
y ante la mirada perdida en la nada
se me esfuman el sol y el día.
Puedo hoy escribir dolor y soledad,
pues me puse cara a cara con ellos
y comencé una lucha tremendamente desigual,
en la que seguramente perderé.
Por los errores cometidosy mis pecados,
por las angustias que me asaltan,
y de las que no me puedo librar,
por el pasado, es que no puedo vivir así.
Contemplando com te vas sistemáticamente
viéndote a cada rato en otros brazos,
todos distintos,
sintiendo que tu sangre se ha congelado.
Pero el tiempo perdido se me hace carne,
y las lapsos en los que logro no pensarte
son pequeños oasis de libertad,
son mi agua y mi esencia en el desierto de la soledad.
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