A veces el amar lisa y llanamente no alcanza, no es suficiente por que hace falta hacerse carne en el otro, comprenderlo escucharlo, dejar de mirar tus propios problemas y hacer foco exclusivamente en tu ombligo, a veces amar no alcanza.
Muchas veces los problemas los vemos cuando ya son imposibles de esquivar, no enfrentar los miedos nos hace vulnerables a situaciones futuras y negar lo que pasa no es otra cosa que engañarnos a nosotros mismos. Nada justifica los hechos, las cosas que se hacen no tienen vuelta atrás.
Pero tenemos una chance, una oportunidad de transformar el dolor ante la pérdida en enseñanza, en sabiduría y no para no cometer nuevamente los errores, la vida se trata de eso, de equivocarse y aprender, sino para elevarnos y ser mejores personas principalmente por nosotros mismos.
En este trance, en este camino pedregoso por el cual estoy caminando desde hace un año ya, no había podido ver con claridad las cosas y sus porque. Hoy, que finalmente pude tomar distancia para dimensionar los hechos digo orgullosamente que he aprendido parte de la lección, no digo toda porque sería pecar de absolutista, sabemos que nada es absoluto sino relativo, pero he aprendido algo muy importante.
Amar de verdad es sentir como el otro siente, es pensar un minuto antes de decir y hacer las cosas para que la otra persona no salga lastimada, no provocar un sufrimiento innecesario, eso creo, es algo parecido al amor. Que tenga un muy buen día y nos encontramos en la próxima.
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